VIEDMA (AV)- El nivel delictivo aumentó un 15% en Río Negro durante 2008, según un relevamiento efectuado por la Jefatura de Policía. Los robos son los delitos más comunes. El año pasado se presentaron 25.323 denuncias, liderando el ranking los delitos contra la propiedad. Se trata de 17.205 expedientes que terminaron en la justicia.
Las privaciones ilegítimas sumaron 2.967, mientras que las victimizaciones reunieron a 2.933 casos. Los 2.218 restantes implican procesos relacionados con narcotráfico, capturas recomendadas u otras infracciones.
El mencionado porcentaje total surge en virtud de que en 2007 se produjeron 22.011.
El ministro de Gobierno, José Luis Rodríguez, relativizó el incremento argumentando que "no se puede hacer una única interpretación en base a las estadísticas" dado que existen múltiples causas. A su entender, se debe tomarlas con mesura dado que entre la tipificación también figuran los accidentes de tránsito; por lo tanto "puede ser poco o nada" en relación con el aumento en el país. Consideró que Río Negro está entre las tres provincias con menor índice sobre las cifras nacionales.
El robo se describe como un hecho en los que se ejerció la fuerza o violencia sobre víctimas o bienes patrimoniales. El denominado "calificado" (660 en las cuatro principales ciudades de la provincia) comprende al uso de armas. El hurto significa apropiación sin ejercer violencia.
El ministro hizo un análisis de la seguridad en el marco de un nuevo lanzamiento del sistema empleado para elaborar, con más variables, el mapa delictivo. Los parámetros permiten verificar el tiempo transcurrido entre distintas violaciones a la ley en una determinada zonal barrial, el nivel de conflictividad por zona urbana o bien si tal o cual vehículo participó en una o más situaciones.
Esos gráficos de seguimiento, facilitan luego el diseño de nuevos planes operacionales, se informó. También logró ubicarse lugares públicos como bancos, escuelas y sectores críticos que ponen en riesgo la seguridad pública.
Se contabilizan datos de las principales ciudades. En poco tiempo más, el mapa será extendido a Villa Regina, Allen y Cinco Saltos.
Sin embargo, en este cometido, desde el Estado suelen quedar al desnudo responsabilidades compartidas. La Jefatura de Policía debe trazar el diseño con el apoyo de los municipios. Esos estamentos no siempre suelen tener actualizadas las bases cartográficas, y en consecuencia a los operadores del mapa delictivo les aparecen algunas limitaciones geográficas ante la falta de los nomencladores de calles.
Puede ocurrir que en un plano relativamente contemporáneo no aparezcan tomas de terrenos o usurpaciones que podrían estar afectando la transparencia del nivel delictivo, interpretan algunos expertos. Suelen corroborarse estos asentamientos con inspecciones oculares aunque no siempre existe una total predisposición para alcanzar un trabajo más provechoso. Todavía existen diferencias entre los delitos denunciados y los "mapeados". De 10.225 trámites penales efectuados en las cuatro ciudades se pudieron ingresar a los registros, 7.988.
