| Si bien las jornadas incluyeron disciplinas en las que los niños compitieron, docentes, organizadores y niños coincidieron que no hubo vencedores ni vencidos. La entrega de premios a quienes se impusieron en cada una de las competencias sólo fue una formalidad. Todos ganaron. Algunos hicieron nuevos amigos, se reencontraron con otros de ediciones anteriores y aprendieron juegos nuevos. Otros salieron por primera vez del paraje en el que viven para conocer otros pueblos y relacionarse con niños de otros lugares. Para todos fue una experiencia única y muy enriquecedora que seguramente les será difícil olvidar. Pero hubo un denominado común: todos los niños se divirtieron, compartieron y se integraron en el marco de una gran fiesta. Y volvieron a cada uno de los parajes con la ilusión de volver el próximo año. (AJ) | |