Boca cumplió con el trámite de sumar los tres puntos en su debut copero. No jugó bien y hasta Deportivo Cuenca se lo pudo empatar en el final, pero el gol a los 12 minutos alcanzó para un magro 1-0.
Rodrigo Palacio consiguió el único tanto de un partido deslucido, con muy pocas alternativas de interés y con un equipo ecuatoriano muy limitado.
Fabián Vargas fue la mejor expresión individual del local, que sintió la noche sin luces de Juan Román Riquelme y que puede anotar dos datos positivos: la "Joya" jugó todo el encuentro y Martín Palermo, media hora.
El primer tiempo se hizo monótono porque Boca tuvo casi todo el tiempo la pelota, pero le costó mucho desequilibrar en los últimos metros de cancha y forzar situaciones de riesgo.
En la primera que tuvo, el local se colocó en ventaja porque Juan Guerrón cortó un pase en profundidad de Vargas, pero la pelota le quedó a Palacio, quien sin perder tiempo sacó un derechazo alto, al ángulo izquierdo de Carlos Morán para colocar el 1-0.
Después Boca fue paciente e hizo circular la pelota de un lateral a otro, pero el esquema con tres delanteros no le permitió ser profundo, porque las dos líneas de cuatro del Cuenca se mantuvieron en lo suyo y nunca se desordenaron.
La parte final tuvo menos nivel porque el local ni siquiera conservó la precisión para jugar la pelota, aunque más no fuera de manera lateral.
Como Cuenca siguió sin aparecer los minutos transcurrieron en medio de muy pocas escenas interesantes. Lo mejor del "Xeneize" en ataque fue un envío de Palacio que quiso ser centro, pero cayó de golpe obligando a un esfuerzo de Morán en el arranque y un tiro libre de Riquelme que cabeceó Battaglia.
Dentro de sus limitaciones, los ecuatorianos dispusieron de una muy buena ocasión cuando Texeira lo tuvo mano a mano, pero Abbodanzieri tapó en gran forma.
Después, poco y nada, en un partido que quedará pronto en el olvido. (DyN/AN)