La Bombonera estalló tres veces y no fue por el gol de Rodrigo Palacio. Cuando el equipo ingresó a la cancha, en el entretiempo y a los 18 del segundo tiempo, el estadio explotó y el protagonista fue Martín Palermo.
Como en la frustrada fiesta del sábado, cuando Newell´s enmudeció a la Boca, el "Loco" se robó todas las miradas y fue la gran atracción de la noche. Empezó a calentar en los primeros instantes del complemento y a los minutos de haber ingresado, la mandó al fondo del arco con un cabezazo "made in Palermo".
"Gooooolll" se escuchó, pero el árbitro brasileño Paulo Cesar de Oliveira lo anuló por posición adelantada. Martín volvió y no anotó, pero al menos esta vez su equipo festejó.