EE. UU. ha decidido darle un nuevo tono en sus relaciones con el mundo entero. "Queremos escuchar, pedir consejo".
"Porque Norteamérica necesita del mundo así como el mundo necesita de nosotros".
De este modo, el vicepresidente de EE. UU. Joe Biden sepultó la era del unilateralismo de la era Bush e introdujo las líneas maestras de la política exterior que pretende desarrollar, de ahora en más, la administración Obama.
En este sentido, sostuvo que EE. UU. promoverá el diálogo, entre otros con Rusia e Irán, aunque seguirá con su defensa antimisiles y pedirá más colaboración en temas como Afganistán.
Estas declaraciones las hizo en la Conferencia de Seguridad, en Munich, Alemania, donde la canciller germana Angela Merkel y el presidente francés Nicolas Sarkozy pusieron el acento en "la necesidad actual de cooperar en un mundo de potencias relativas".
"Vengo a Europa como representante de una nueva administración decidida a instaurar un nuevo tono no sólo en Washington sino en las relaciones de Estados Unidos con el resto del mundo", dijo ante una audiencia de responsables extranjeros en la Conferencia sobre Seguridad.
"Vamos a practicar el diálogo. Vamos a escuchar. Vamos a consultar. Estados Unidos necesita al resto del mundo de la misma manera que, creo yo, el resto del mundo necesita a Estados Unidos", explicó en su primer gran discurso de política exterior y de seguridad centrado en dar una nueva imagen de su país en ruptura con los últimos años de George W. Bush.
Biden hizo estas declaraciones en una conferencia que abordaba los desafíos en materia de seguridad del XXI, como el programa nuclear iraní, los planes de Estados Unidos para desplegar elementos del escudo de defensa antimisiles en Europa Central y del Este y la insurgencia talibán en Afganistán.
Estados Unidos está "dispuesto a hablar" con Irán y a ofrecerle una "elección clara" entre el aislamiento, si persiste en su actitud, e "importantes contrapartidas" si cambia de comportamiento, aclaró. De todos modos, ante la amenaza iraní, Washington seguirá desarrollando su defensa antimisiles, motivo de discordia con Moscú.
Otro asunto clave han sido las relaciones con Rusia, que se han deteriorado con los planes de Washington de desplegar interceptores y radares en Polonia y la República Checa, el proyecto de extensión de la OTAN, la breve guerra ruso-georgiana de agosto y las acusaciones por parte de Occidente de que Moscú utiliza sus recursos de hidrocarburos como arma.
En opinión de Biden "ha llegado el momento de apretar el botón de reinicio y de reexaminar los numerosos temas en los que podemos y deberíamos trabajar juntos" con los rusos.
Advirtió, no obstante, que persistirían desacuerdos: "Estados Unidos no reconocerá a Abjasia ni Osetia del Sur como Estados independientes", dos regiones separatistas georgianas que se autoproclamaron independientes, con el beneplácito de Rusia.
En su primer viaje al extranjero desde que tomó posesión del cargo junto al presidente Barack Obama el 20 de enero, añadió: "Estados Unidos hará más, esa es la buena noticia; la mala noticia, es que pediremos más a nuestros socios". Biden aseguró que Estados Unidos dará "ejemplo" en la lucha contra el calentamiento global. (AP, AFP y DPA)