WASHINGTON.- La tasa de desempleo en Estados Unidos se elevó en enero a un 7,6%, frente al 7,2% de diciembre, convirtiendo el pasado mes en el segundo peor de la historia del país, informó ayer el Departamento de Trabajo en Washington.
En total, la economía estadounidense perdió en enero 598.000 empleos, con lo cual la tasa de desempleo registró el peor aumento mensual desde 1974. Los analistas habían calculado que el incremento llegaría al 7,5%.
Más de 2,5 millones de puestos de trabajo fueron eliminados en los últimos cinco meses y más de 3,6 millones desde el inicio de la recesión económica, en diciembre de 2007.
La mayor parte las reducciones se produjeron en los últimos tres meses, cuando las consecuencias de la crisis financiera se hicieron más palpables en Estados Unidos y el resto del mundo.
En el cuarto trimestre de 2008, la economía estadounidense se contrajo un 3,8%, según cálculos iniciales del gobierno.
"Eso equivale a 3,6 millones de estadounidenses que se despiertan todos los días pensando cómo pagarán sus cuentas, cómo se quedarán en sus casas y cómo mantendrán a sus hijos", señaló el presidente Barack Obama, que ayer creó un panel bipartidista de asesores económicos para generar salidas a la crisis.
El Departamento de Trabajo indicó que las pérdidas de empleos "son enormes y se han expandido a casi todos los principales sectores industriales". Sólo el sector público, la sanidad y la educación privada contrataron nuevos trabajadores en enero.
El anuncio de las nuevas cifras de desempleo coincide con un acalorado debate en el Congreso sobre un plan de medidas para estimular la economía del país.
Dos dígitos
Varios economistas advierten que, si el gobierno no actúa, la tasa de desempleo podría alcanzar los dos dígitos.
"Es imperdonable e irresponsable" entablar discusiones partidarias mientras millones de personas pierden su trabajo. El mandatario admitió que el plan que él respalda no es perfecto, "pero sí absolutamente necesario".