La crisis económica global que golpea a las empresas continúa impactando en el empleo y generando incertidumbre entre los trabajadores.
El Royal Mail, el servicio de correo postal británico y el más antiguo del mundo, despedirá a unos 16.000 empleados para reducir en un 10% los costos de oficinas y personal.
La organización, una de las más grandes del país en materia de trabajadores, cuenta con una plantilla de 190.000 empleados.
El Royal Mail está actualmente en el centro de un polémico plan de semi-privatización ideado por el gobierno que rechazan parlamentarios laboristas "rebeldes", liberales democráticos y sindicalistas.
Tras el anuncio de los despidos masivos, el gremio CWU dijo que "es inexplicable" la decisión de la compañía.
"Cuestionamos por qué están tratando de hacer esto en momentos en los que habían anunciado ganancias. Los despidos parecen ser una medida oportunista y serán muy dañinos", sostuvo un vocero del sindicato de trabajadores de la comunicación.
Por su parte, fuentes internas en Royal Mail confirmaron que la empresa envió cartas a todos sus empleados pidiéndoles que reconsideraran sus puestos, optaran por trabajos a medio tiempo y aceptaran un retiro voluntario.
El gobierno considera que la empresa de correos debe ser semiprivatizada para sanear su enorme déficit, que asciende a 10.000 millones de dólares.