WASHINGTON (AP, DPA y AFP).- El presidente estadounidense Barack Obama anunció una nueva estrategia para reanimar el sistema financiero.
El objetivo de esa nueva estrategia, que dará a conocer pronto su secretario de Finanzas, Timothy Geithner, será reactivar el flujo crediticio a las empresas y familias.
"Ayudaremos a reducir los costes hipotecarios y a que se preste dinero a las pequeñas empresas para que puedan crear puestos de trabajo", dijo Obama.
El presidente norteamericano volvió a pedir ayer urgentemente la rápida aprobación de su millonario programa coyuntural, con el que pretende revivir la economía del país, ya que considera la crisis económica actual "devastadora".
Las medidas para poner freno a la espiral de decrecimiento no toleran una mayor demora, añadió.
"Muchos estadounidenses han visto como sus vidas se daban vuelta", dijo. "Los padres están luchando para pagar sus cuentas. Los pacientes no pueden pagar sus tratamientos. Los estudiantes no pueden hacerle frente a sus matrículas. Y los trabajadores no saben si podrán contar con una jubilación digna y segura", añadió.
El Senado comenzará mañana las deliberaciones sobre el programa coyuntural valorado en unos 900.000 millones de dólares (unos 702.200 millones de euros) después de que la Cámara de Representantes aprobara la semana pasada un paquete de 819.000 millones de dólares, con el apoyo de la mayoría demócrata.
Ningún diputado republicano apoyó el programa.
Obama dijo, sin embargo, que seguirá colaborando con ambos partidos para obtener una ley "lo más fuerte" posible para reactivar la coyuntura.
Tras la esperada votación en el Senado, en la que los demócratas tienen también mayoría, debe alcanzarse un compromiso entre las propuestas de ambas cámaras.
Obama espera poder firmar una ley a mediados de febrero.
El presidente norteamericano volvió a criticar las bonificaciones que se llevaron los altos directivos de las empresas el año pasado pese a la precaria situación de la economía y el empleo de fondos públicos para salvar las firmas amenazadas.
"Garantizaremos que los altos directivos no agoten los medios financieros que exigiría nuestro restablecimiento (económico)", dijo.
Obama prometió de nuevo una mayor transparencia a la existente hasta ahora y un control financiero más riguroso en el gasto del dinero público.
Para impulsar su promulgado espíritu que supere las diferencia partidarias, Obama no sólo invitó para este domingo a amigos demócratas sino también a varios republicanos, a una fiesta en la Casa Blanca, para ver el duelo de la Superbowl entre los Pittsburgh Steelers y los Arizona Cardinals.
Obama confía en que "una vez que comencemos a estimular la creación de empleos tenemos que asegurarnos también que los mercados estén estables, que fluyan los créditos y que las familias puedan quedarse en sus casas".
Y añadió: "Ayudaremos a reducir el costo de las hipotecas".
Estas declaraciones de Obama llegan un día después de la difusión de las cifras que concluyeron que la economía estadounidense se contrajo casi un 4% en el último trimestre del 2008, en el declive más profundo en casi 25 años.
Al mismo tiempo, Obama encara un dilema ante las medidas proteccionistas que contiene el proyecto de ley, y que podrían desatar una guerra comercial.
Empero, oponerse al concepto "compre estadounidense´´ podría indignar a sus partidarios, especialmente los sindicatos. Ante este panorama, dijo que hay que "actuar con audacia".