La nueva secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, declaró ayer, en su primer día de trabajo en la sede de la diplomacia, que se abre una "nueva era para Estados Unidos".

En el hall de entrada del edificio y ante cientos de personas, la ex primera dama aseguró: "Creo con todo mi corazón que esta es una nueva era para Estados Unidos".

"Haré todo lo posible para afirmar claramente que una diplomacia fuerte y un desarrollo eficaz son las mejores herramientas a largo plazo para que el futuro de Estados Unidos sea más seguro", agregó.

Clinton aseguró que "el presidente Obama marcó el tono (de la gestión) en su discurso de asunción", y que por ello los objetivos de su Departamento serán: mejorar la seguridad nacional, defender los intereses nacionales y dar ejemplo con los valores estadounidenses en todo el mundo.

La nominación al cargo había sido aprobada ayer por 94 senadores, tras un debate en el Senado en el que dos legisladores republicanos votaron en contra.

La nueva secretaria de Estado, que tendrá a su cargo unos 20 mil empleados, tanto en Washington como en las 267 embajadas y consulados estadounidenses alrededor del mundo, advirtió que "no será fácil". Además, prometió utilizar "herramientas del siglo XXI" y escuchar todas las opiniones dentro del Departamento.

Clinton es la tercera mujer en ocupar el prestigioso cargo de secretaria de Estado luego de Madeleine Albright, bajo la presidencia de Bill Clinton, y Condoleezza Rice, a quien sucede en el cargo.

"Tendremos algunos altos y algunos bajos, tendremos obstáculos en el camino, pero no pierdan el ánimo, sean fuertes de corazón y no se desanimen en tanto tratamos de hacerlo bien en nombre de nuestro país y el mundo´´, agregó la secretaria.

Indicó que en la medida en que avance su trabajo se verá que "diplomacia y desarrollo son herramientas esenciales para el logro de los objetivos de largo plazo de los Estados Unidos´´

Durante su audiencia de confirmación en el Senado, Clinton dijo que la política exterior "debe basarse en un matrimonio de principios y pragmatismo, no ideología rígida; en hecho y evidencia, no emoción y prejuicio´´.

En ese sentido, indicó que usará en su gestión el "poder inteligente´´, al cual definió como "una amplia gama de instrumentos a nuestra disposición -diplomáticos, económicos, militares, políticos, legales y culturales- seleccionando el instrumento apropiado o una combinación de instrumentos, para cada situación´´. (AFP/DPA)