ALLEN (AA).- Productores de las cámaras de Allen, Fernández Oro y Cipolletti se reunieron con las autoridades del INTA, del municipio de Allen, de SENASA y la Secretaría de Fruticultura de Río Negro. Como resultado del encuentro se firmó un compromiso para trabajar en un mecanismo de verificación en el cual -a través de declaraciones juradas- los chacareros pequeños y medianos asentarán las pérdidas que sufrieron a causa del conflicto. La reunión se concretó en la Secretaría de Fruticultura.
"Se decide poner en práctica la metodología de presentación -por parte de los productores- de declaraciones juradas de los kilogramos por cuadro y variedad no cosechados al momento de efectuar dicha declaración, mediante un formulario que se diseñará entre los productores y los organismos técnicos que participan" expresa el acta firmada entre las cámaras y los titulares del SENASA, Oscar Rolo, de Fruticultura, Carlos Colavita y del INTA, Ernesto Andenmatte.
"En conjunto logramos sacar algo en blanco y nos van a ayudar en lo que respecta a la certificación de la fruta que vayamos a perder. Sabemos que está declaración jurada no está en ley, pero esto es una manera de comprobar fehacientemente que se perdieron determinados kilos de fruta", señaló Sebastian Hernández, presidente de la Cámara de Allen.
Colavita expresó que la certificación se realizará sobre los montes frutales, fundamentalmente en lo que refiere la variedad Willams.
El intendente de Allen, Graciano Bracalente, participó de la reunión e impulsó una alternativa para que los chacareros pequeños y medianos tengan la posibilidad de trabajar y comercializar la fruta en forma directa dentro del mercado interno.
La idea planteada por el jefe comunal es volver al viejo empaque familiar, como una vía de escape a las pérdidas que ya produjo en conflicto. La iniciativa tuvo buena recepción entre los productores y Bracalente expresó que se reunirá con los demás intendentes para seguir trabajando su propuesta.
Intolerancia
En medio de la reunión, el productor cipoleño Carlos Carrascós exigió a los gritos que "Río Negro" se retire de la sala, cuando advirtió la presencia del periodista. Caratuló a este diario como "enemigo de los productores". El resto de los participantes se mantuvo en silencio. Finalmente se decidió continuar la reunión sin periodismo.