WASHINGTON.- El día tan esperado para Barack Obama llegará hoy cuando bajo frías temperaturas y enorme fervor popular, jure como primer presidente negro de los Estados Unidos ante una asistencia récord y un operativo de seguridad sin precedentes en la historia del país.
Para la histórica toma de posesión del poder de Obama, que se realizará a las 14 (hora del este argentino), se espera que lleguen entre 4 y 5 millones de personas, debido a la enorme capacidad del mandatario electo de convocar multitudes durante su campaña electoral.
La mayor concentración de la historia en Washington se remonta a 1965 -con 1,2 millones de personas- fecha en se realizó la investidura de Lyndon Johnson, sucesor del asesinado presidente John F. Kennedy.
"Juro solemnemente que desempeñaré legalmente el cargo de presidente de Estados Unidos y que sostendré, protegeré y defenderé la Constitución de Estados Unidos, empleando en ello el máximo de mis facultades", será el texto del juramento presidencial que se realizara en las escaleras del Capitolio desafiando el frio.
Diez pantallas gigantes, centenares de altoparlantes, 10 mil policías y 12 mil soldados controlarán a la multitud que acompañará la ceremonia cuyo costo ascenderá a 75 millones de dólares y estará financiado por donaciones.
Tras la jura, Obama se trasladará en limusina desde el Capitolio a la Casa Blanca, para participar luego del desfile en su honor, de bailes, festejos y cenas.
Los cerca de 25.000 policías y soldados que custodiarán desde tierra, aire y los ríos que rodean a Washington la que será la primera asunción de un presidente estadounidense desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, tendrán la doble misión de proteger al investido mandatario y a la multitud que se espera para el evento.
La situación será tan límite que el presidente saliente, George W. Bush, declaró el estado de emergencia en el Distrito de Columbia desde el pasado sábado hasta mañana, lo que supondrá que la ciudad recibirá 15 millones de dólares del gobierno federal para hacer frente a los gastos de la investidura.
Otras medidas de seguridad incluirán el despliegue de equipos detectores de agentes químicos y bacteriológicos, el cierre de puentes de acceso a la ciudad y la veda al tránsito vehicular en una extensa área alrededor de la zona de eventos.
El operativo incluye también la protección del público que se espere llenará ambos lados de la avenida Pensilvania -que empieza en el Capitolio y termina en la Casa Blanca- los alrededores del Congreso y gran parte, si no todo, del Mall, la enorme explanada que se extiende hasta el monumento a Lincoln.
El acceso a la avenida Pennsylvania será controlado y cuando la seguridad crea que no caben más personas, se impedirá la entrada a más.
También estará prohibido acercarse con bolsos grandes y otros objetos contundentes, paraguas y hasta cochecitos de bebés.
La asunción en las escalinatas del Capitolio seguirá el protocolo tradicional, con la jura del cargo entre dos oraciones, una "Invocación" y una "Bendición" a cargo de dos pastores.
En el medio, el presidente de la Corte Suprema, John Roberts, guiará al nuevo presidente en el juramento sobre la misma Biblia que usó en 1861 Abraham Lincoln, figura central en la abolición de la esclavitud en el país y el prócer que más admira Obama.
Ya investido, el presidente recorrerá los 2,5 kilómetros de la avenida Pensilvania en una limusina Cadillac estrenada para la ocasión capaz de resistir hasta el estallido de una bomba.
Una vez en la Casa Blanca, Obama presenciará el desfile en su honor en una tribuna cubierta y blindada por los cuatro costados.
La "caja" en que quedó convertido el palco permitirá además a Obama, y a su reducido grupo de privilegiados, disfrutar de calefacción: todo un lujo cuando en el exterior se espera que el termómetro alcance los tres grados de máxima en todo el día.
La cobertura mediática, con miles de periodistas de Estados Undios y todo el mundo, también promete ser espectacular.