NEUQUÉN (AN).- El barrio Ciudad Industrial Jaime De Nevares, que llegó a ser comparado con Fuerte Apache y Ciudad Oculta, está un poco más calmo. Sin embargo, los conflictos internos no cesan y sigue pesando la mala fama.
Los vecinos de este lugar dicen que están olvidados y piden soluciones al gobierno.
Ciudad Industrial se encuentra a unos siete kilómetros al norte de la ciudad. El barrio está compuesto por un conjunto de monoblock, calles sombrías y pasillos mal iluminados. Circular de noche, es todo un desafío.
En la zona alta del barrio, donde se encuentra el tanque y el predio de secuestro de vehículos de Tránsito, hay unas cuatro tomas donde abunda la tierra, escasea el agua y la regularización de lotes avanza lentamente.
Atravesando la calle 1 hacia el norte está la barriada Colonia Nueva Esperanza, donde la pobreza muestra su peor cara.
Desde allí, como de otros lugares de la capital neuquina, cientos de personas acuden al basurero municipal con el único fin de sobrevivir gracias a los desechos.
Cinco años atrás el Parque Industrial era escenario de constantes enfrentamientos entre vecinos y de vecinos con la policía. El nivel de violencia fue tan alto que hasta llegaron a incendiar la Comisaría 20.
Las rejas que envuelven al destacamento policial, que se encuentra a la vera de la ruta 7, son resabios de esos años de violencias. Esa furia enquistada en la misma barriada fue la que dejó signado al Parque Industrial como un lugar pesado y peligroso que llegó a ser comparado con villas marginales del conurbano bonaerense.
Varios de sus actores sociales advierten que la situación se ha tranquilizado bastante producto de que "algunos pesados murieron, otros están tras las rejas y de los que quedaron varios han formado una familia y se han calmado", relató una fuente oficial.
A pesar de ello, los habitantes del barrio continúan dejando sus autos por seguridad en el predio que está pegado a la comisaría y los taxis no ingresan de noche para evitar problemas.
Las estadísticas que muestran el nivel de delincuencia indican que el 50% de los hechos que se registran por mes son robos a viviendas y el otro 50% son conflictos entre vecinos. "Muchos no son denunciados por una cuestión de códigos del barrio", narró una fuente policial.
Los proveedores de los comercios continúan realizando sus entregas siempre a plena luz del día y acompañados por una custodia policial.
Luis Moreno reside en el barrio desde su inauguración en 1983 y es el presidente del Centro Comunitario. Admite que el Parque fue un lugar muy violento y cuenta que producto de un trabajo conjunto algo ha cambiado. "Hay jóvenes que cuando van a pedir trabajo en su currículum ponen otra dirección porque si dicen que viven en el barrio no lo toman ", señaló Moreno.
El Centro Comunitario, en conjunto con la policía y el Consorcio de Empresas, ha desarrollando un paciente trabajo con jóvenes conflictivos del lugar.
"Se comenzó un trabajo con el Consorcio de Empresas donde ellos quedaron de acuerdo en reclutar gente", relató una fuente policial consultada por este diario.