El Gobierno expresó hoy su solidaridad con los familiares de Amit Robinson, el soldado israelí hijo de argentinos que murió en la Franja de Gaza durante el conflicto armado entre Israel y Hamas, el movimiento de resistencia islámica.
En tanto, el padre de la víctima, Elías Robinson, sostuvo que el fallecimiento del joven de 21 años fue producto de una "decisión" tomada por su hijo, al expresar que "podía haber elegido otra senda en el Ejército, no ser soldado de la primera línea".
El Ministerio de Relaciones Exteriores precisó en un comunicado que, "por indicaciones del canciller argentino, Jorge Taiana, ayer, el embajador de nuestro país en Israel, Atilio Molteni, se comunicó con los familiares de Robinson para solidarizarse en este doloroso momento".
La Cancillería detalló que el diplomático transmitió "las sinceras condolencias del propio Taiana y del gobierno argentino". Explicó que, "al conocerse el último jueves que Robinson era uno de los tres soldados israelíes muertos por francotiradores en Gaza, Taiana le pidió de inmediato al embajador Molteni que le haga llegar a los familiares de Amit el respeto, la solidaridad y las condolencias del gobierno argentino".
El soldado fallecido integraba el cuerpo de artillería y tripulaba un tanque en el norte del territorio palestino cuando sufrió una herida de bala que le causó la muerte. Por su parte, Elías Robinson dijo que "Amit era un muchacho con mucha alegría y mucho optimismo", a quien "le gustaban las cosas buenas de la vida, como jugar al fútbol con los amigos o disfrutar de un asado o de una puesta de sol en la playa".
"Al fin y al cabo, fue su propia decisión porque podía haber elegido otra senda en el Ejército, no ser soldado de la primera línea o no estar en los blindados o en esos lugares donde cae gente", opinó el hombre en declaraciones a Radio 10.
Al referirse a su hijo como si estuviera vivo, Robinson dijo que "Amit tiene dos hermanas mayores que él y un hermanito, que tiene un año y dos meses, y hay otro hermanito en camino". "Nosotros pensamos que dio lo máximo que una persona puede dar: su vida. Gente joven, niños, personas de todas las edades, se les corta la vida de repente. Sean judíos o sean árabes", se lamentó el hombre.
Robinson realizó luego un análisis del estado anímico de las personas que están en el territorio del conflicto bélico. "Sea como sea, es una angustia crónica. Esa es parte de mi convicción. Yo soy psicólogo y puedo ver las cosas desde ese punto de vista. La angustia es una situación existencial crónica. Incluso, podría decir que la gente ya no se da cuenta de que vive con angustia", sostuvo. "Yo sé que hubo guerra de 30 años y de 100 años, y pareciera ser que estamos por romper el récord. Por ahí, llegamos a una guerra de 200 años. No veo que termine esto", concluyó.
Fuente: DyN