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	El golpe de calor de los últimos días y la hiperactividad impactaron en el físico de la presidenta. Le ordenaron reposo.

La presidenta Cristina Fernández postergó finalmente por una semana y por prescripción médica el viaje a Cuba y Venezuela y, mientras continúa su recuperación "con tratamiento sintomático", será sometida a controles médicos "diarios".

Así se decidió por recomendación del médico presidencial, Luis Buonomo.

En su segundo parte sobre el estado de salud de la jefa del Estado en menos de 24 horas, Buonomo señaló que "en atención al episodio de lipotimia y deshidratación leve presentado ayer" por la presidenta, "del cual se recupera con tratamiento sintomático, se mantiene la recomendación médica de reposo por 48 horas y no viajar hasta que nuevos controles diarios lo permitan".

Atento a esta situación, la Casa de Gobierno difundió un comunicado para informar que el canciller Jorge Taiana "en comunicación con las autoridades del Gobierno cubano acordó la postergación" de la visita presidencial para el domingo 18 de enero.

Agregó que en este sentido, el presidente de Cuba, Raúl Castro Ruz, le envió un mensaje a la jefa del Estado "aceptando rápidamente el encuentro entre ambos mandatarios para la próxima semana y expresándole su deseo de que ´logre una rápida recuperación y que no tuviera ninguna pena por esta postergación ya que lo fundamental ahora es que ella se recupere".

Lo mismo ocurrió con Venezuela, donde Cristina Fernández tenía previsto concurrir el miércoles próximo, y desde el gobierno nacional se comunicaron con las autoridades de la administración de Hugo Chávez, que se mostraron dispuestos a recibir a la mandataria en diez días.

La primera mandataria tenía previsto partir hoy por la noche para cumplir una visita oficial de tres días, que incluirá una reunión con su colega Raúl Castro y la firma de acuerdos bilaterales. A partir del "cuadro de lipotimia" del que se informó ayer y que la obligó a suspender toda actividad oficial para guardar reposo, en ese momento por 48 horas, se habían generado todo tipo de versiones sobre una eventual suspensión del viaje.

Pero la Casa Rosada hasta pasadas las 20 confirmaba la salida de la jefa de Estado hacia La Habana para mañana a las 23 horas. Aunque no se había difundido la actividad de la jefa del Estado en La Habana, se supo que no había confirmación hasta ese momento de un encuentro con el líder de la Revolución, Fidel Castro.

En la isla caribeña, la Presidenta iba a mantener el lunes por la tarde una reunión de trabajo con el mandatario cubano, que luego le ofrecerá una cena oficial en honor a su visita y la de su nutrida comitiva, aunque a partir de esta postergación habrá que definir una nueva fecha.

De todas maneras, se espera que en ese marco, la primera mandataria pueda plantear la cuestión de la médica disidente Hilda Molina y su intención de viajar a la Argentina para reencontrarse con su familia.

Dicha cuestión había tensado las relaciones entre Fidel Castro y el ex presidente Néstor Kirchner, que finalmente nunca realizó su proyectado viaje a Cuba durante su gestión y que tampoco lo hará porque, aunque tenía previsto acompañar a su esposa, finalmente se bajó de la comitiva.

(DyN y AFP)