Boca vivió el último entrenamiento del año sin grandes esfuezos físicos, pero antes de comenzar la práctica, Carlos Ischia reunió al grupo en el campo de juego y durante 15 minutos les habló con un tono mesurado pero enérgico, donde primero los motivó y luego les advirtió que no deben confiarse porque "no se ganó nada todavía".
"Ustedes bien saben que Tigre es un muy buen equipo, no hay que confiarse porque ya le ganamos a San Lorenzo, sino que tenemos que estar muy atentos. Ahora sólo les pido un último esfuerzo, porque la meta está cerca", arengó el entrenador.
Luego, Ischia ordenó comenzar la práctica y una vez finalizada la misma no confirmó el equipo, por lo que aún no hay certezas, aunque sí especulaciones, sobre quiénes serán los reemplazantes de Riquelme y Vargas.
"Si puedo esconder algo, lo voy a esconder", dijo enigmático el DT. Para reemplazar a Vargas Ischia dispone de Alvaro González- un jugador de contención- y Cristian Chávez- un futbolista con mayor proyección al ataque- y todavía no se decidió por ninguno de los dos. Para suplantar al ´Torero´, el entrenador pensó en Leandro Gracián, quien sumó más chances que Nicolás Gaitán en las últimas horas.
El tercer cambio es el de Facundo Roncaglia por el golpeado Juan Forlín, quien está recuperándose bien del golpe en la cabeza que sufrió el sábado con Andrés Silvera.