CIPOLLETTI (AC).- "Hijo, entréguese por las buenas", le pidió Erminio Contreras a su hijo Víctor cuando supo por la policía que lo estaban buscando por el crimen del comerciante de Cipolletti. Sus palabras fueron determinantes para que el ahora imputado se pusiera a disposición de la Justicia.
"Fue muy duro, desgraciadamente, porque no sabía nada", le dijo el hombre al Tribunal.
Contó que una noche (fue horas después del hecho) llegaron los efectivos a su vivienda. "Me rodearon la casa, me la dieron vuelta. Yo no sabía nada. Me levantaron de la cama. Me dijeron que había un homicidio y que buscaban a mi hijo", relató aún sin entender aquélla incómoda situación. Víctor no vivía con él y no estaba en ese momento allí. Sí su nuera y su pequeña nieta.
El sargento Rolando Bañares, a quien él conocía por su actividad como tomero, fue quien le sugirió que le dijera a su hijo "que se entregara por las buenas" porque de lo contrario "me iban a llevar a mí", agregó el hombre.
Bañares también declaró ayer. La defensora de Víctor Contreras, Verónica Rodríguez, le hizo muchas preguntas porque según el expediente fue él quien dio el dato de que la tercera persona podía ser Contreras porque "solía andar con (Walter) Esquivel Villar", que ya estaba detenido.
"No sé quién me dijo que fue Contreras, el hijo del tomero. Yo le dije a mi jefe que conocía a Contreras", aclaró ayer el efectivo policial.
Bañares mencionó además que el 5 de marzo, día en que ocurrió el crimen, vio "juntos" por la tarde a Esquivel Villar y a Víctor Contreras. Y afirmó además, que en una o dos ocasiones los vio en una obra en construcción cuando trabajaban como albañiles "en el barrio policial", cerca de su casa.
La querella rescató este dato porque "vincula aún más" a los sospechosos. En las indagatorias, Contreras dijo que es inocente y Esquivel Villar no involucró y ni mencionó a su consorte de causa.
Afirmó que él solo redujo a las dos personas que atendían al público y que fue quien gatilló contra Martín López cuando tropezó y cayó.