NEUQUEN (AN/ACE) - "Este fallo es el ariete en la pared, es la punta de lo que viene. Hay que seguir agrandando el boquete para que por él pasen todos los responsables" de los secuestros, torturas y desapariciones que hubo en la dictadura del 76, dijo Noemí Labrune, tras el fallo del histórico juicio que terminó condenando a los ocho militares vinculados con el centro clandestino que funcionó en el Batallón de la ruta 22.
"No voy a hablar de sensaciones, sino de convicciones. Este veredicto es un paso adelante muy importante. Porque todos fueron acusados por asociación ilícita, lo que quiere decir que se mantuvo la acusación de que existió un plan criminal", añadió, sin poder ocultar la alegría, pero sin perder la serenidad en cada concepto que desgranó para comentar la condena.
La dirigente de la APDH fue sin duda una protagonista excluyente del proceso por su incansable trajinar a lo largo de 30 años y por el testimonio que dio en las audiencias, como lo reconocieron en sus alegatos los fiscales y querellantes.
Dijo que el juicio terminado la tarde del jueves tras cuatro meses de audiencias "puede servir como un impulso para otras jurisdicciones de todo el país. Invito a los militantes de otros lugares a seguir luchando, que esto es posible, que tenemos que hacer fuerza y saber hacerla".
Añadió al respecto: "queremos que se hagan todos los juicios que se tengan que hacer? y este es también el mensaje. No porque creaamos que el camino nuestro ya se completó, al contrario no hay que bajar los brazos, porque cuando se termine este segmento faltarán dos más".
Sobre el juicio que acaba de concluir opinó que "es un caso piloto porque todo lo que se quería demostrar se demostró, sobre todo gracias a los valientes testimonios de las víctimas, que venían armados de un rompecabezas que se hizo en el juzgado del doctor (Guillermo) Labate".
Agrego que "si fue aceptada -la instrucción- por el Tribunal y consagrada con este veredicto, los que venga después serán más rápidos".
Sostuvo que desde la APDH reconocen el intenso y correcto trabajo de los jueces, tanto del Tribunal como de la instrucción.
"El Tribunal ha trabajado bien, el juicio se llevó bien, porque todo el que quiso decir algo lo dijo. Porque hay que aguantarse horas y horas de historias mentirosas, como la de los defensores. Pero todos fueron escuchados".
Aludió que también los querellantes fueron respetados en cada una de sus presentaciones, a lo largo de las audiencias. "Nos escucharon a nosotros, no podemos decir que se restringió el derecho de los querellantes, así que por todo eso estamos contentos", remarcó.
Labrune sostuvo que la trascendencia del fallo radica, además de la condena, en que "no habrá polémica ni jurídica ni procesal, porque se mantendrán los conceptos que dominaron los criterios del juicio".
"Fue claro, los acusaron de asociación ilícita, lo que quiere decir que se mantuvo la imputación del plan criminal", dijo.
REPERCUSIONES
Lolín Rigoni, Madre de Plaza de Mayo: “Este juicio nos pareció vergonzoso. La poca Valentía que mostraron los acusados, que se sentaron para decir que no tenían qué decir. Sin tan convencidos están de que hicieron lo que tenían que hacer, entonces tendrían que haber reivindicado sus luchas, pero no dijeron nada. Una indignidad, como siempre”.
Bruno Bonetti, abogado querellante de la APDH: “Es positivo que se rechazaron todos los planteos de la defensa y que se condenó por delitos de lesa humanidad. Para hablar más deberemos conocer los argumentos del fallo; por ejemplo el marco del genocidio en el cual se sancionaron los delitos por ahí no incide en la parte resolutiva. Igualmente, que se condene por delitos de lesa humanidad para nosotros es importante”.
Juan Manuel Kees, abogado querellante de la APDH: “La sentencia se ajusta bastante a la pretención que pedimos en los alegatos, han oscilado en condenas de 20 a 25 años con excepción de Oviedo que es explicable porque se le atribuía un solo hecho y a los otros imputados 17. En términos generales estamos conformes porque éste fue el resultado de un enorme esfuerzo que realizaron distintos funcionarios en la etapa de instrucción y de juicio”.
Islanda Becerra, sobreviviente de “La Escuelita”: “Después de 32 años esto no es justicia, pero es la justicia que tenemos los argentinos. Es importante que se sepa la verdad histórica y que la Justicia conozca otra verdad, que es la nuestra, lo que sucedió en Argentina, esto nos ayudará para que no vuelva a pasar. Esto no es algo que me pasó a mi sola ni a algunos compañeros sino en todo el país. Estoy agradecida con los organismos de derechos humanos que fueron los que sostuvieron esta lucha y gracias a ellos tuvimos el juicio”.
Raúl Radonich, sobreviviente de “La Escuelita” y testigo en este juicio: “El fallo fue una victoria contra la impunidad, se logró una condena y se probó el plan sistemático criminal que llevó adelante el terrorismo de Estado y los delitos de lesa humanidad que cometieron estos hombres”.