SAN ANTONIO OESTE (ASA)- El Sistema de Control y Posicionamiento Pesquero (Simpo), que desde el 2004 monitorea de manera eficaz las capturas y el posicionamiento de los buques que operan en el golfo San Matías, se implementará a nivel nacional de acuerdo con lo ratificado el jueves por el subsecretario de Pesca de la Nación, Norberto Yahuar.
La experiencia, que busca llegar de manera masiva a los barcos que operan en el país a mediados del año próximo, comenzará con una prueba piloto en cinco embarcaciones en los primeros meses del 2009.
"Desde que la presidenta Kirchner destacó en Mar del Plata el sistema que implementamos a través de un prototipo del Invap, sabíamos de la intención de replicar el método de control, por eso entre enero y febrero ya está previsto que se instaure a manera de prueba en cinco buques nacionales", explicó Raúl González, uno de los profesionales del Instituto de Biología Marina y Pesquera "Almirante Storni´´ (Ibmpas).
El Simpo es un sistema de posicionamiento global (GPS) "on line", que a través de una red satelital informa a las autoridades acerca de la posición y la velocidad de cada barco en tiempo real, mientras que los sensores del sistema almacenan información para su análisis en tierra.
"Por intervalos recibimos información acerca de la posición de los barcos, pero los datos que se almacenan nos permiten saber cuál fue la trayectoria entre el momento en que se recibió la última posición hasta el nuevo registro", explicó González.
A estos datos, que permiten determinar si el barco entró en una zona de veda pesquera para realizar capturas, por ejemplo, se suman cámaras y una balanza instalada en la red, para cuantificar la cantidad de pescado que se capturó por lance.
"Como el sistema ya tiene cinco años, debemos modernizar algunos equipos, ya que el software con el que actualmente contamos avanzó muchísimo", apuntó González, quien también destacó que para ese fin "se destinará un porcentaje del Fondo Nacional Pesquero".
La implementación de este sistema en el país forma parte de una reconversión de las medidas de control que comenzarán a regir, que tenderán también al "descarte nulo", ya que los empresarios deberán aprovechar el 100% de sus capturas y todo el pescado extraído tendrá que llegar a puerto.