WASHINGTON (AFP) - El Banco central Europeo y sus pares de de Inglaterra y de Suecia bajaron ayer sus tasas de interés a mínimos históricos, en un nuevo intento de contener la recesión económica, a la que Francia busca enfrentar con un multimillonario plan de reactivación.
El Banco Central Europeo (BCE) redujo en 0,75 puntos porcentuales, a 2,5%, su principal tasa de interés para la Eurozona (integrada por 15 países), en el mayor recorte de su historia, sorprendiendo a muchos expertos que apostaban por una rebaja menor.
El BCE, que había hecho de la lucha contra la inflación su principal caballo de batalla hasta hace unos meses, ve ahora un riesgo de deflación, combinada a la recesión.
Su presidente, Jean-Claude Trichet, explicó que el BCE prevé que la recesión en la Eurozona (que empezó oficialmente en el tercer trimestre del 2008, al acumularse dos ejercicios de crecimiento negativo), se prolongue durante todo el 2009.
El Producto Interno Bruto (PIB) de la Eurozona registrará en el 2009 una contracción de 0,5%, según las proyecciones del organismo.
Por su parte, el Banco de Inglaterra aplicó una reducción de las tasas de interés de un punto porcentual, hasta 2%, su nivel más bajo desde la Segunda Guerra Mundial. Gran Bretaña podría entrar en recesión en el cuarto trimestre del año y su moneda, la libra esterlina, alcanzó ayer su nivel mínimo frente al euro, a 1,1499, desde la creación de la moneda única europea en 1999.
Suecia, por su parte, recortó en 1,75 puntos porcentuales, hasta 2%, sus tipos de interés y Dinamarca los bajó en 0,75 puntos, hasta 4,25%.
El Plan de Francia
Mientras tanto, el presidente francés Nicolas Sarkozy presentó un plan de rescate económico de 26.000 millones de euros (32.800 millones de dólares), siguiendo el ejemplo de otros países europeos. "La crisis que atravesamos no es una crisis pasajera, es estructural. Debe incitarnos a actuar rápido, a actuar con fuerza", declaró Sarkozy.
El plan francés destinará 10.500 millones de euros a inversiones públicas suplementarias y otras partidas servirán para apoyar principalmente al sector del automóvil, la vivienda social, las pequeñas empresas y las familias con menos ingresos.
Las firmes maniobras de los bancos centrales y de los gobiernos pretenden limitar los efectos desastrosos de la crisis, pero ésta sigue cobrándose miles de víctimas, empresas y trabajadores.
En Estados Unidos, el gigante de telecomunicaciones AT&T anunció la supresión de 12.000 empleos en un año, es decir, del 3% de sus efectivos.
El grupo químico estadounidense DuPont aplicará una reestructuración de sus actividades, que lo llevará a recortar 2.500 empleos en América del Norte y Europa.
El segundo mayor banco de Suiza, Credit Suisse, registró pérdidas de unos 2.470 millones de dólares en el cuarto trimestre de su ejercicio y prevé deshacerse de 5.300 puestos de trabajo.
En Brasil, los fabricantes de automotores registraron una fuerte caída de su producción en noviembre, de 34,4% con respecto al mes anterior. El sector del automóvil es uno de los más afectados por la crisis económica mundial. El gigante General Motors, en riesgo de quiebra, pidió al Congreso estadounidense una segunda partida de 4.000 millones de dólares en enero, además del rescate inmediato ya solicitado, del mismo monto.
Los mercados bursátiles operaron en general a la baja ayer, salvo Wall Street. La Bolsa de Nueva York terminó en fuerte baja, socavada por la degradación del mercado laboral estadounidense: el Dow Jones perdió 2,51% y el Nasdaq 3,14%. Las bolsas latinoamericanas cerraron dispares, con un leve descenso del 0,48% en Sao Paulo, mientras que Buenos Aires subió un 2,83% y México bajó un 1,15%.
Entre las europeas, Frankfurt retrocedió un 0,07%, París un 0,17% y Londres un 0,15%.