BUENOS AIRES.- La esposa y el contador de Mario Segovia, detenido ayer acusado de ser el máximo traficante de efedrina del país y a quien le secuestraron un arsenal, autos de lujo, dinero en efectivo y hasta lingotes de oro en su mansión, fueron apresados en Santa Fe, informaron fuentes de la investigación. Estos dos sospechosos, más otro hombre que trabaja para el empresario, quedaron detenidos en la causa de la "ruta de la efedrina", por la que ayer otros dos imputados fueron liberados por falta de pruebas.
El juez federal de Campana, Federico Faggionato Márquez, les dictó la falta de mérito al empresario Hernán de Carli y a su custodio, el penitenciario Miguel Ángel Lombardi, quienes recuperaron su libertad desde la comisaría de Garín y el penal de Marcos Paz respectivamente.
Mientras tanto, el juez fijó para hoy las indagatorias a los últimos cinco detenidos por el caso: Segovia, su primo Sebastián, su esposa Gisela Ortega, su contador Roberto Guerini y un hombre que trabajaba para él que fue identificado como Daniel Bocchi.
Segovia y su primo fueron detenidos el domingo en Aeroparque cuando iban a abordar un avión a Misiones, y en el procedimiento fueron secuestrados un Volkswagen Pasat, dos teléfonos, dos notebooks, 3.000 dólares y 2.000 pesos, dijeron fuentes de la investigación. En el momento de la detención, Mario Segovia tenía en su poder un documento bajo la identidad de Héctor Germán Benítez, quien en realidad es un hombre que se encuentra detenido en la cárcel de Sierra Chica acusado de un robo calificado.
La sospecha de los investigadores policiales es que Segovia tenía planeado viajar a Misiones, desde donde pensaba abandonar el país de manera ilegal.
Según los investigadores, Segovia había comprado entre el 2006 y el 2008 más de 8.100 kilos de efedrina, cuyo precio en el mercado ilegal mexicano es de unos 30 millones de dólares, por lo que el ministro de Justicia, Aníbal Fernández, lo sindicó como el "mayor proveedor de los carteles mexicanos".
De hecho, el juez Faggionato cree que Segovia -de quien había ordenado la captura hace meses pero bajo el nombre falso de Benítez- le compraba efedrina a Raúl Ribet, uno de los primeros imputados presos en la causa.
Con la detención de este empresario el magistrado ordenó la realización de 13 allanamientos en propiedades de Segovia. El primero de ellos se realizó en su casa ubicada en Condarco 472 bis y bulevar Argentino, en la zona más exclusiva del barrio Fisherton de la ciudad de Rosario, donde los investigadores policiales detuvieron a la esposa de Segovia. Pero los investigadores se llevaron una sorpresa con la gran cantidad de autos lujosos que hallaron: un Rolls Royce modelo 2008, una camioneta Hummer modelo 2008 y otra de la misma marca modelo 2007, una Land Rover y un cuatriciclo último modelo. Además, encontraron dos lingotes de oro de un kilo cada uno, dos de medio kilo y dos de 100 gramos, así como también 10 armas de fuego, 275.000 euros y 70.000 dólares.
(Télam)