Ni Isabel ni Jorge Mirano conciben que sólo algunos puedan disfrutar de algo tan simple y milagroso como la belleza de un paisaje, que puede marcar a fuego la vida de niños, como los del contingente de Colan Conhue. Por eso desde hace cinco años donan estadías completas para chicos de diferentes escuelas rurales, que alojan en su pequeña hostería llamada "Isabel".
"Comenzamos cuándo todavía no estábamos en este residencial, albergando sin costo alguno a un grupo de niños con capacidades diferentes que llegaron desde Jujuy, con los que dimos a través de una vecina de SAO, y enseguida pensamos que en nuestra provincia también habría infinidad de chiquitos que nunca verían el mar", relató Isabel.
Junto a su marido, antes de la temporada la afable mujer se ocupa de aceitar la cadena de contactos que termina vinculándolos con alguna escuela rural. "Lo demás viene solo, ya que siempre algunos amigos se encargan de juntar útiles, alimentos, ropa y otros donativos para que los chiquitos se lleven al finalizar la estadía", finalizó. (ASA).