MAR DEL PLATA (Enviado especial).- Alberto Mancini y Agustín Calleri cumplieron con la obligación de ir a la conferencia de prensa, pero David Nalbandian no apareció por la carpa de prensa y a partir de su ausencia crecieron los rumores sobre peleas en el vestuario, después del tercer punto que quedó en manos españolas.
El capitán abrió con ésta frase: "David no vino porque se sentía mal". Pocos le creyeron. Y unos minutos más tarde, cuando le pidieron detalles, aclaró que "estaba mal, pero de ánimo, sin problemas físicos".
En realidad, Nalbandian se fue del estadio "Islas Malvinas" al hotel muy rápido y a partir de ahí las versiones sobre peleas y grupo dividido se multiplicaron.
Abatido, "Luli" tomó la posta ante cada pregunta de la prensa y, a pesar de la situación incómoda del equipo nacional, avisó que "hay que luchar, nunca tenemos que bajar los brazos".
"Es cierto que a esta altura imaginábamos estar arriba -agregó-, pero confío en los muchachos para dar vuelta la historia".
En medio de la conferencia y de muchas caras largas y amargadas, se rompió uno de los micrófonos y Calleri dijo algunas palabras que nadie escuchó. Después habló, pero a medias, como pudo.
"La Davis es así y se dan partidos increíbles. Tuvimos las chances, pero no definimos y ellos lo aprovecharon", afirmó el de Río Cuarto.
Lejos de bajarse de la pelea por estar en el single, Agustín le tiró una indirecta al capitán. "Lo hablaremos con ´Luli´, para ver lo que más le conviene al equipo. Pero no tengo problemas en jugar".