La pelea entre sindicatos no es nueva y tiene como trasfondo millonarias cifras de dinero.
Son las que cada afiliado aporta y que oscilan entre 300 y 700 pesos según la categoría cada mes.
Como todos pretendían adueñarse del territorio, se realizó un plebiscito en el que la mayoría de los trabajadores optaron por afiliarse al gremio de Pereryra, es decir los petroleros de Neuquén y Río Negro.
A partir de allí comenzó el trabajo de hormiga de visitar los yacimientos y presionar a la gente a que se cambie de gremio.
Prueba de ello fue una reunión realizada a principios de setiembre en un domicilio particular, donde más de 150 trabajadores denunciaron esto y manifestaron su temor.
La pelea ha tenido tres protagonistas: El Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro y Neuquén; el Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Bahía blanca y la UOCRA de Mendoza .
Cuando las palabras se agotaron comenzaron los roces. El primero y más grave se produjo a mediados de setiembre, donde delegados del gremio que lidera Guillermo Pereyra fueron emboscados en plena Ruta 20. No se detuvieron y les dispararon con armas de fuego, persiguiéndolos luego en camionetas hasta la zona céntrica de la localidad. Hay una causa judicial pero ningún detenido por ello.
Desde Agosto, el intendente David Bravo gestionó ante el Ministerio de Trabajo de la Nación y ante el gobierno provincial pampeano que tomaran medidas. Los resultados están a la vista.
La irracionalidad está instalada y ya se llevó la primera víctima en medio de un escenario violento y que amenaza con tener nuevos episodios. (ACA)