RIO COLORADO (ARC) Un niño de un año y ocho meses estuvo treinta minutos sin latidos, ni respiración y con las pupilas dilatadas, tras caerse en una pileta con agua.
Los médicos del hospital de Río Colorado lograron la resucitación y hoy, a poco más de un mes, el niño se halla en plenitud y no presenta ningún tipo de secuelas de esa terrible experiencia que tuvo que soportar. Los profesionales que intervinieron aseguran que nunca habían tenido un caso así.
Un lamentable episodio que afortunadamente tuvo un final feliz y que marcó para siempre a una reconocida familia de la vecina localidad pampeana de La Adela. El incidente ocurrió el 28 de septiembre a las 18,30 aproximadamente en la vivienda de Fabián Moro y su esposa Mariela Rollhauser. El matrimonio tiene 4 hijos: Camila (11), Juan(9), Candela (4) y Emanuel (1 año y ocho meses), el protagonista de esta estremecedora historia.
Su mamá Mariela, tras superar el shock de lo ocurrido, aceptó hablar con este medio para relatar los momentos que debieron sortear junto a su marido. "Esa tarde el nene estaba jugando en el patio mientras yo estaba tendiendo ropa. Continuamente lo escuchaba que gritaba, de a ratos lloraba. Sin embargo en un momento no lo escuché más. Entonces le pedí a mi hija mayor, que tiene 11 años, que por favor se fije qué estaba haciendo Emanuel".
Pocos segundos después, la mamá escuchó que la nena gritaba de una forma rara, desesperada. Entonces corre hasta el lugar y cuando llega ve que la nena traía a Emanuel en sus brazos tras haberlo sacado de la pileta con agua. Según cuentan sus padres, el nene estaba flotando boca abajo cuando la hermana lo sacó del agua.
En esos terribles primeros instantes, tratan de reanimarlo pero notan que la tarea es infructuosa. Suben inmediatamente a la camioneta, cruzan el puente y en dos minutos llegan al hospital de Río Colorado.
Cuando llega al puente -hay semáforos en los acceso a uno y otro lado del río- los dos semáforos estaban en rojo y Fabián aprovecha esa circunstancias para cruzarlo sin tener que esperar el paso de otro vehículo, hecho que le facilitó una rápida llegada al hospital.
Paro cardiopulmonar
En el centro de salud, lo reciben los médicos de guardia, quienes advierten que el niño presentaba un paro cardiorrespiratorio total y no tenía ningún signo vital. No respiraba, no tenía latidos, estaba frío, el color de su piel era azul y las pupilas estaban dilatadas.
Fabián y Mariela estiman que desde que lo sacaron del agua hasta que llegó al hospital transcurrieron unos diez minutos.
"Yo lo llevé muerto y los médicos me lo devolvieron vivo. ¿Como se agradece eso? Realmente no tenemos palabras. Estamos eternamente agradecidos con lo que hicieron estos señores médicos que tenemos en la Comarca del Colorado. Tenemos que estar orgullosos de estos profesionales." dice su mamá mientras no puede evitar que unas lágrimas asomen en sus ojos.
Durante el trance en el hospital y mientras los médicos y enfermeros intentaban reanimar a la criatura, Fabián se dejó caer en el piso y preso de la desesperación, con gritos desgarradores, le pidió a la Virgen Inmaculada Madre del Corazón Eucarístico de Jesús (se venera en Salta) que le devuelva a su hijo. "Yo no soy muy devoto pero el año pasado fui con el nene, ella lo conoce. Por eso recurrí a la Fe en esos momentos y le pedí que me lo devuelva" explica Fabián.
Desde hace tres años que la familia Moro visita el santuario de la Virgen, también conocida como de los Tres cerritos. "Claro que se lo pedí porque yo se lo llevé y ella lo conoce bien" repitió.
El pequeño Emanuel tenía un año y ocho meses cuando sucedió el hecho. Luego de la resucitación fue derivado a Bahía Blanca donde se le practicaron complejos estudios que felizmente establecieron que no le quedó ninguna secuela.
El equipo de profesionales que trabajaron en la resucitación fueron los médicos Laura Bustos, Francisco Sequeira, Patricia Bunge, Mariano Quiroga, Fernanda Quiroga, el anestesista Javier Carriere y las enfermeras Graciela de María, María Rosa Colos y Ana Luján.
