Las montañas son bellas y por eso los seres humanos tienen tanto interés en recorrerlas. No obstante, son un lugar peligroso, y por consiguiente se deberían transitar con prudencia.
La historia del alpinismo está llena de accidentes y cada año centenares de personas mueren en las montañas. A pesar de ello, cada día son más los hombres y mujeres que concurren hacia ellas.
Bariloche es visitada cada año por miles de turistas y muchos de ellos hacen trekking, escalan y suben a la montaña. La mayoría disfruta del paisaje, de la naturaleza y regresa feliz a su lugar de residencia. No obstante, cada tanto ocurren accidentes.
En la montaña el factor de riesgo nunca es nulo, pero existen numerosas reglas que tienden a minimizarlo. Es importante conocer estas reglas y en caso contrario, si no se tiene experiencia, se debería contratar a un guía de montaña. Esto vale en particular para los grupos organizados, como el del colegio Nuestra Señora de los Remedios, que deberían incluir a una persona experta, que se encargue de cuidar por la integridad de los jóvenes. Como sí hicieron con los choferes que llevaron a los chicos por la Patagonia, que son profesionales.
Resulta imposible controlar a todos los que concurren a la montaña y si bien es obligatorio el permiso de trekking, en la práctica la mayoría de las personas que recorren el Parque Nacional Nahuel Huapi lo hace sin ese requisito. Parques exige que los grupos organizados concurran a la montaña acompañado por un idóneo, un profesional habilitado. Ello no garantiza que no ocurra un accidente, pero constituye una garantía más, a semejanza de lo que constituye un buen equipamiento, conocer el itinerario, salir temprano por la mañana y evitar lugares peligrosos, como son las montañas nevadas.
Hace años que el Club Andino Bariloche posee una oficina sobre actividades de montaña, donde la información es gratuita para todos los interesados.
También hay varias agencias de viajes y turismo que ofrecen excursiones y servicios de guía de montaña. No hay excusas para no estar informado.
Las personas que concurren a la montaña en forma imprudente o negligente, más allá de que sufran algún accidente, suelen movilizar a decenas de voluntarios y a rescatistas que deben socorrerlos. Esto a las claras es injusto. Y también es injusto que el Estado Nacional se haga cargo de todos los costos de los rescates.
Cada verano aumentan las búsquedas y rescates en la región del Nahuel Huapi y por ello las autoridades comenzaron a implementar medidas para prevenir los contratiempos. El seguro obligatorio y multas para los infractores a las reglas ya asoman en el horizonte. (AB)