Los países emergentes, y en particular China, se perfilan como los únicos capaces de dar empuje a la economía mundial, tomando el relevo de Estados Unidos, cuyo poder económico ha declinado, señalan analistas en Londres.
La ola de optimismo que hizo respirar brevemente a los mercados tras los masivos rescates financieros lanzados en Estados Unidos, Gran Bretaña y los países de la Eurozona, no duró mucho, y las bolsas volvieron a desplomarse ayer, por temores a una recesión económica global.
El pánico ante una recesión en la mayor economía del mundo - que expertos predicen caerá entre uno o dos por ciento en el 2009, arrastrando la economía global - ha golpeado también a países emergentes como Brasil.
En este panorama de pánico e incertidumbre, pocos se atreven a mostrar optimismo, limitándose a esperar que la salvación para la economía mundial vendrá de las naciones emergentes, y en particular, de China, cuyo crecimiento ronda un 10% anual. "El crecimiento de China ofrece la mejor esperanza para limitar el daño causado a la economía global por la actual crisis", señaló Vanessa Rossi, del departamento de Economía Internacional en el centro de análisis Chatham House, basado en Londres. Según la experta, los países emergentes, liderados por China, probablemente seguirán creciendo, y pueden incluso "llegar a dominar el ciclo económico mundial".
Las economías emergentes son "lo suficientemente grandes y lo suficientemente vinculadas entre sí, y exitosas al promover políticas para favorecer el crecimiento, que lograrán sostener su propio crecimiento, en un contexto de recesión en Estados Unidos y los otros países desarrollados".
Señaló por ejemplo que los exportadores asiáticos que han volteado su mirada de Estados Unidos hacia China han sido los menos golpeados por la caída de las importaciones en la primera economía del mundo. Jim O´Neill, economista en jefe de Goldman Sachs, asegura que Brasil, Rusia, India y China serán los motores para salir de la crisis. "Los BRIC podrían mostrar la salida a la crisis", dijo el experto.
Según él, "el consumo en los países BRIC será capaz de compensar la desaceleración en Estados Unidos". Una "gran parte de la demanda continua siendo creada en el seno de los BRIC, espercialmente en China", subrayó. El desplazamiento del poder económico a China tiene también que ver con que ese país, tras la crisis financiera asiática, en 1997, amasó reservas en divisas que ahora son las mayores del mundo. Y esas reservas siguen aumentando: a finales de septiembre, las reservas alcanzaron los 1,9056 billones de dólares, según cifras oficiales. No es por casualidad que un país como Pakistán, que siempre se apoyó en EE.UU, no buscó ayuda esta vez en Washington, sino en Pekín, donde está ahora el dinero. (AFP)