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Luego de comprometer 66 millones de pesos para la actividad frutícola de Río Negro y Neuquén -y 29 millones más para Mendoza y San Juan- la presidenta Cristina Fernández de Kirchner aseguró ayer desde Villa Regina que cuidará "el trabajo de los argentinos y la inversión de sus empresarios", articulando acciones entre el sector público y el privado para hacer de la actual crisis mundial "una oportunidad".

En el cierre de su visita de dos días a Río Negro, la mandataria encabezó el acto de lanzamiento del Plan Frutícola Integral, que se pondrá en marcha este mismo año con la inyección de 16 millones de pesos en el circuito productivo de Río Negro y Neuquén. Las otras dos provincias comenzarán a recibir aportes desde enero, en el marco de un programa con un presupuesto anual de 79 millones de pesos (ver aparte).

En línea con el discurso que ofreció el martes en Viedma, Fernández ratificó la "profundización de este modelo", considerando que el contexto financiero internacional pone delante de los argentinos "un gran desafío para poder demostrar que otro orden económico es posible, porque aquí lo estamos haciendo desde el año 2003, cuando muchos nos miraban con desconfianza".

"Este plan que hoy presentamos para la producción frutícola de cuatro provincias significa el rol que siempre le hemos asignado al Estado en la articulación y el apoyo que se debe dar desde el sector público al sector privado", enfatizó la presidenta antes de aclarar que la presencia es necesaria "no para ahogar a la actividad privada sino para potenciarla".

No obstante, instó a la actividad privada a "comprender" la necesidad de cohesión social, "para que la distribución del ingreso llegue a todos".

La presidenta llegó a Regina a las 12:20 y el acto en el teatro del Círculo Italiano -ante 1.500 personas- comenzó a las 13:30. Antes recorrió las obras para la construcción de la planta potabilizadora de agua local, financiada por Nación, y dedicó varios minutos al contacto personal con los vecinos que se concentraron en el centro de la ciudad. Para esto caminó unos 250 metros, multiplicando saludos y agradecimientos a quienes esperaban desde media mañana del otro lado de las vallas.

Salvo los aplausos y silbidos ante la aparición de distintos funcionarios en el escenario (ver apostillas en página 8), la ceremonia en Regina tuvo un corte netamente institucional.

Incluso el gobernador Saiz -único orador entre los cuatro mandatarios provinciales presentes- mostró otro perfil y se concentró en el acompañamiento al gobierno nacional, pero a partir de su estrategia en medio de la crisis económica internacional. El martes, en Viedma, se había esforzado por exaltar la Concertación, sin existir luego un correlato con la presidenta, quien hizo foco en el contexto financiero.

Fernández volvió a referirse ayer a la fragilidad de la economía mundial y opinó que "tal vez el ejemplo de las cosas que están pasando nos haga reflexionar a todos de la necesidad de convertirnos en una sociedad más reflexiva, unida, solidaria, con mayor presencia del Estado y la convicción de que es necesario el esfuerzo de todos para construir un mejor lugar para vivir".

"Ya no es tiempo de perder ninguna oportunidad y hoy, en medio del tembladeral, podemos tener nosotros como grandes productores de alimentos una oportunidad para crecer, mejorar para agregar labor a nuestros productos, que genere mejor trabajo", insistió.

El mercado interno

En este sentido, reclamó prestar mayor atención al mercado interno, instando a todos los sectores -también los ligados a las exportaciones- a entender "la necesidad de consolidarlo, porque ese mercado, con gente con acceso a los servicios de educación, salud y buena alimentación también genera mejores trabajadores, que les van permitir tener mejores productos para exportar".

En el cierre ratificó que seguirá "profundizando este modelo", cuidando "el trabajo de los argentinos y la inversión de sus empresarios, de sus comerciantes, con serenidad pero con mucha responsabilidad y firmeza. No dejando de observar un solo instante lo que sucede y sin descuidarnos un solo momento. Tomando todas las medidas y recurriendo a todos los instrumentos necesarios para preservar esto que tanto nos ha costado conseguir".