WASHINGTON (AFP) - Líderes congresistas estadounidenses evaluaban ayer una rápida acción legislativa respecto de la propuesta de la Casa Blanca de 700.000 millones de dólares para rescatar al sector financiero, pero pidieron que también se apoye a los trabajadores.
El gobierno del presidente George W. Bush propuso un
rescate de 700.000 millones de dólares para el sector financiero durante dos años, informaron medios locales, citando un proyecto de tres páginas enviado al Congreso.
El plan daría al secretario del Tesoro, Henry Paulson, la autoridad de comprar hasta 700.000 millones de dólares en activos relacionados con las hipotecas en dificultades para disipar la grave crisis financiera, según distintos medios estadounidenses.
Bush declaró ayer que el plan de su gobierno para poner fin a la crisis financiera era "grande porque el problema es grande". "Les diré a nuestros ciudadanos y seguiré recordándoles que el riesgo de no hacer nada es mucho mayor que el riesgo del paquete (...) Y que a la larga vamos a recuperar mucho dinero", agregó Bush desde la Casa Blanca, en momentos en que el Congreso evaluaba su propuesta.
El plan también permitiría aumentar el límite de la deuda pública a 11,3 billones de dólares, y otorgar al secretario del Tesoro la autoridad de comprar, vender y mantener hipotecas residenciales y comerciales así como garantías basadas en esas hipotecas.
La autoridad extraordinaria expiraría en dos años, pero permitiría al gobierno mantener los activos adquiridos por el tiempo que el secretario del Tesoro estime necesario, según la información de los medios.
El proyecto insta a la compra de activos sólo de firmas estadounidenses y brinda al Departamento del
Tesoro inmunidad legal contra demandas. No quedó claro cómo gestionaría el gobierno los activos adquiridos.
Pero Paulson tendría la autoridad de volcarse a instituciones financieras privadas para ejecutar la operación o de crear otras instancias para adquirir activos hipotecarios y emitir deuda.
Ayer en Nueva York, un tribunal de quiebras aprobó la venta de activos clave del fallido banco de inversiones estadounidense Lehman Brothers a su competidor británico Barclays. Bajo el acuerdo reportado por un valor de 1.350 millones de dólares, Barclays adquirirá las unidades de banca y comercio de Lehman Brothers, que emplean a unas 9.000 personas en Estados Unidos, y un rascacielos que la firma en bancarrota ocupaba en Manhattan.
La compra también involucra las filiales de Lehman Brothers en Canadá, Argentina y Uruguay.
Demócratas de alto rango admitieron en los últimos días que no había muchas opciones más que acompañar el mayor intento del gobierno en décadas de rescatar empresas financieras. La líder demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo que le aseguró al presidente George W. Bush que ella se comprometía a una "rápida acción bipartidaria".