BUENOS AIRES (ABA) Desde primera hora de la tarde de ayer se sabía que el jefe del Ejército estaba en un situación comprometida debido a los hechos de corrupción en la fuerza, denunciados por la ministra de Defensa, Nilda Garré, y que ya habían provocado el desplazamiento de más de 40 oficiales y afecta además a unos 90 civiles.
La ministra prefirió el perfil bajo y limitarse a lo judicial. "No planteó directamente el relevo de Bendini, porque si insinuase un cambio en la conducción, seguro que lo ratifican. Lo que hizo fue profundizar una investigación que provocará más novedades", indicó a "Río Negro" una alta fuente castrense.
La auditoría sobre presuntos delitos de asociación ilícita, tráfico de influencias, fraude a la administración pública y cohecho, tuvo su primera derivación judicial el 8 de agosto. La fuente con la que conversó "Río Negro" indicó que los seguimientos se vienen haciendo desde hace tiempo. "Los resultados y las denuncias se hacen en forma dosificada, porque es mucho para concretarlas de una sola vez. Estamos en el comienzo", aseguró.
Explicó que el sistema de corrupción está vigente desde hace unos años y que las investigaciones se concentraron en 2007. "Hay proveedores truchos y arreglos directos. Hay corrupción", aseveró.
Ante una consulta, contestó que en las otras fuerzas se detectaron algunas irregularidades, aunque no de la envergadura de descubiertas en el Ejército. "El general Serain era de la íntima confianza de Bendini y éste no lo defendió", subrayó.
Además la fuente de Defensa indicó que en el arma "hay descontento" con Bendini, el general a quien el ex presidente Néstor Kirchner le ordenó bajar el retrato del ex dictador Jorge Videla del Colegio Militar de la Nación. "No conduce", señaló.
El Ministerio de Defensa creó ahora una Unidad Ejecutora de Compras y Logística, conformada también por las tres fuerzas, la Sigen y la Oficina Anticorrupción.
Hace un mes, Garré reunió a 200 oficiales superiores involucrados en la auditoría y les habló "claro". "Hasta ese momento - se confió a esta agencia - no creían que la cosa venia en serio". El general Schurlein, en disponibilidad desde el miércoles, fue el único que argumentó en contra de Garré, expresando que completar formularios era "muy engorroso".
