Leopoldo Fernández, el detenido prefecto de Pando, era conocido en Bolivia como "el cacique de Pando" por su tremendo poder político en ese departamento amazónico y porque no perdió ni una sola elección en 30 años.

Hasta antes de ser elegido prefecto en diciembre de 2005, era el senador más antiguo del Congreso boliviano, en el que mantuvo una banca durante 27 años siempre como miembro de Acción Democrática Nacionalista (ADN).

Político de profesión, de 56 años, también fue ministro de Gobierno del ex presidente Jorge Quiroga, quien lo invitó a ser candidato por su agrupación política, Podemos, en la primera elección de prefectos en 2005.

El "cacique" ganó con lo justo -con 428 votos de diferencia- a su "hijo político" Miguel Becerra, un ex militante de ADN que fue candidato del centrista Unidad Nacional.

De futbolista a millonario

Según los pandinos, Fernández es el más rico del pueblo y todos sus familiares han ocupado un puesto en la administración pública.

El prefecto de Pando declaró ante la Contraloría General de la República que sus bienes alcanzan a 8,5 millones de bolivianos (1,2 millones de dólares).Fernández, que en su juventud probó fortuna como futbolista en el club Bolívar de La Paz y que llegó a ser un personaje de la amazonia boliviana gracias a la política, decía que su mayor reto -en la actualidad- era poner en vigor un nuevo estatuto autonómico.