Los argentinos vivieron un mal clima ayer en el Monumental de Lima. Los peruanos silbaron como nunca antes al himno nacional argentino y en todo momento buscaron hacer sentir incómodos a los jugadores albicelestes.
Pese a todo, el grupo de hinchas argentinos presentes en el estadio, quienes también fueron víctimas de agresiones menores pero agresiones al fin, alentaron y mostraron sus colores en un costado de la cancha.
Se sabe que en el fútbol se busca sacar ventaja de lo más mínimo y los peruanos, arengados en la previa desde los medios de prensa, buscaron jugar también su partido.
La silbatina a la hora de la entonación de los himnos, también se dio durante el juego, cada vez que uno de los dirigidos por Basile tomaba la pelota. Las agresiones más duras se vieron dentro del campo. Los hombres de Perú jugaron con una llamativa rudeza y fueron apañados por la pasividad del árbitro Carlos Amarilla, que sacó las tarjetas cuando la falta era tan evidente que no podía mirar para otro lado. Fue el caso de la "topada" que le propinó Zambrano a Messi.