NEUQUÉN (AN/ACE).- En la sala de espera, Enrique Teixido se encontró con Roberto Liberatore y personal especializado de asistencia a la víctima en los momentos previos antes de la comparecencia a los jueces. Se habían conocido 32 años antes, en el centro de torturas.

Durante la instrucción judicial, Teixido dijo que en 1976 se presentó ante Oscar Lorenzo Reinhold y tras esa entrevista, desde el mismo Comando fue llevado, encapuchado, al centro clandestino donde fue torturado salvajemente por su militancia en el justicialismo.

-¿Usted quién es? -le dijo Liberatore.

-Uno que compartió con vos una frazada -le respondió Teixido en tono de broma al darse cuenta que el cincosaltense no lo reconocía.

-¡Ahhh, eras vos! -le respondió Liberatore antes de darle un efusivo saludo.

Liberatore y Teixido fueron liberados el mismo día desde el centro clandestino de detención "La Escuelita", espalda con espalda, maltrechos por la tortura, vendados, flacos, ambos envueltos en una frazada del Ejército en septiembre de 1976.

Liberatore quedó en el Comando; mientras que Teixido fue trasladado hacia la U9 y de allí luego trasladado hacia el penal de Rawson, donde permaneció detenido hasta 1977.

"Ellos tuvieron la suerte que no tuvimos nosotros, de tener este marco" de juzgamiento, dijo Teixido cuando fue consultado por el eventual encuentro en la sala de audiencias con los acusados, a quien ayer no alcanzó a ver, pero dijo que cuando comparezca, tratará de ignorar. "A mí no me putean en la calle", reflexionó después, al tiempo que aseguró que "yo espero perpetua, no sé si se la darán, pero espero que le den la cárcel".