Los incidentes del jueves en las estaciones de trenes del conurbano detonaron el interés de varios dirigentes preocupados por la situación caótica del transporte público argentino. En ese orden, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, señaló que existe un "severo problema de transporte".
"Los franceses me dijeron hace unos meses que aunque les ofrecieran una fortuna por operar los trenes argentinos metropolitanos -y los subterráneos-, no se animarían, porque éstos están fuera de todos los parámetros de seguridad y calidad", confesó Macri.
Por su parte, el titular del cuerpo de delegados de las Unión Ferroviaria de la línea Sarmiento, Rubén Sobrero, calificó como "una pavada más de (el ministro de Justicia y Seguridad) Aníbal Fernández", a las acusaciones del Gobierno contra supuestos activistas del Partido Obrero y el MST por los incidentes en Castelar.
"El problema que hay es que los trenes andan mal y hay falta de inversiones de parte de la empresa. Con la bronca que le causan al pasajero, (un desperfecto en una formación) es tirar un fósforo en un barril de nafta".
"La primera responsabilidad en todo este caos la tiene la empresa por no brindar un servicio como debería", señaló el dirigente.
Por ello, adelantó que convocará "a una asamblea y vamos a pedirle al gremio que haga una marcha a la secretaría de Transporte".