El índice del desempleo saltó en Estados Unidos al 6,1 por ciento en agosto, señaló ayer el Departamento de Trabajo de la Casa Blanca, en plena campaña electoral por la presidencia, desatando mayores preocupaciones sobre la llegada de una recesión económica.
Según el reporte oficial, los empleadores estadounidenses recortaron otros 84.000 puestos de trabajo el mes pasado. Incluso, una revisión de los números de junio y julio mostró que la economía norteamericana perdió 100.000 y 60.000 puestos de trabajo en esos meses, respectivamente, según un despacho de la agencia de noticias italiana ANSA.
El dato impactó inmediatamente en la campaña para las presidenciales de noviembre. El candidato de la oposición demócrata, Barack Obama, dijo que "el reporte de hoy (por ayer) es un recordatorio de lo que está en juego" en los comicios.
Su rival republicano, John McCain, reconoció que "los estadounidenses están siendo dañados" por la situación económica, pero alertó contra la presunta solución prevista en el plan de Obama, que según los republicanos tiene previsto un aumento de los impuestos.
Al presentar el informe, la ministro de Trabajo, Elaine Chao, admitió que el indicador conocido ayer "confirma la seriedad de los desafíos que enfrenta nuestra economía".
El índice de desempleo -que en julio era del 5,7 por ciento en la tabla general- registró un nuevo salto para los trabajadores hispanos, pasando del 7,4 al 8 por ciento, mientras que para los afroamericanos ascendió del 9,7 al 10,6 por ciento. (Télam)