GONZALO ESPARIZ (DPA)

WASHINGTON.- Las elecciones de 2006 fueron un desastre para los republicanos, que perdieron la mayoría en el Congreso y no arrebataron ningún escaño ni estado a los demócratas.

En medio del pesimismo y la decepción, pocos se dieron cuenta de que en las lejanas nieves de Alaska había nacido una estrella.

Sarah Palin, de 42 años y elegida ayer por John McCain como su candidata a la vicepresidencia de Estados Unidos, se convirtió entonces en la gobernadora del estado más septentrional del país, sustituyendo a otro republicano, Frank Murkowski, al que derrotó en las primarias.

Dos años después, Palin es la gobernadora mejor valorada por sus conciudadanos en todo el país, con tasas de aprobación cercanas al 90 por ciento. Su ascenso a la fama y su popularidad se basaron en su constante defensa de la honradez de la política.

Palin predicó con el ejemplo: dimitió como presidenta de la poderosa Comisión de Petróleo y Gas de Alaska por las irregularidades de uno de sus miembros, un republicano como ella. Su partido le dio la espalda, pero unos meses después se confirmó que tenía razón, y su imagen de integridad recibió un imparable espaldarazo.

Una vez que llegó al poder, Palin se hizo poco a poco con el control completo del partido en su área.

Los medios del estado hablan del "recuento de cadáveres" de la gobernadora entre sus correligionarios.

Entre sus primeras medidas estuvo deshacerse del jet que utilizaba su predecesor para desplazarse por el enorme estado.

Para delicia de sus votantes, la gobernadora comenzó a tomar vuelos comerciales o incluso conducir ella misma su todo terreno o su modesto Volkswagen Jetta.

Casada y madre de cinco hijos, su marido es un nativo esquimal.

Estudió periodismo en la Universidad de Idaho, su estado natal, gracias a la beca que ganó al quedar segunda en el concurso de Miss Alaska en 1984. Sin embargo, apenas ejerció en medios locales de Alaska antes de dedicarse a la política, primero como concejal de la localidad de Wasilla (unos 5.000 habitantes) y después como su alcaldesa durante dos mandatos. Palin está considerada una fuerte conservadora a la que no le tiembla el pulso.

Según el diario "Anchorage Daily News", este año vetó el 13% de las leyes de presupuesto que el legislativo del estado envió a su mesa.

La gobernadora posee además otras dos credenciales vitales para los conservadores del país: es miembro de la influyente Asociación Nacional del Rifle (NRA) y es una convencida detractora del aborto, como demostró con su propia familia: su quinto hijo, nacido hace poco más de cuatro meses, tiene síndrome de Down, pero cuando Palin lo supo durante la gestación rechazó interrumpirla voluntariamente.