La dependencia económica que tienen las provincias del poder central es cada vez mayor. Río Negro, no queda fuera de este esquema.
En los primeros siete meses del año, las transferencias discrecionales de Nación hacia las provincias cayeron 5%. Las estadísticas muestran asimismo que el gobierno nacional está orientando todos su excedentes hacia otros segmentos de la economía considerados prioritarios para sostener el modelo. Los subsidios al sector energético y al segmento industrial crecieron en este mismo período más del 50%.
Las tendencias macroeconómicas y las últimas señales dadas a conocer por el gobierno nacional (continuidad de Moreno al frente de Comercio y De Vido en el Ministerio de Infraestructura) muestran que estos desvíos se profundizarán. Es decir: seguirán incrementando los fondos nacionales hacia los subsidios privados y progresivamente menores serán las partidas de dinero hacia las provincias.
Los gobernadores deberían comenzar a trabajar para desacelerar el gasto corriente para contar con un colchón de dinero disponible para compensar esta potencial baja de ingresos. Sus presupuestos presentan hoy delicados equilibrios y está claro que el freno que se observa en la economía también golpeará sobre sus recursos coparticipables.
JAVIER LOJO