NEUQUÉN (AN).- "Más que un pastor Jaime De Nevares fue un profeta y es un honor estar aquí, en una sala que lleva el nombre de Salvador Allende", afirmó ayer el teólogo Leonardo Boff en la apertura de su disertación en el Aula Magna de la Universidad Nacional del Comahue.
La sala estuvo colmada desde temprano. Boff es teólogo, filósofo, escritor y uno de los fundadores de la Teología de la Liberación. El intelectual llegó a Neuquén invitado por la cátedra libre Jaime De Nevares y entre otras cosas presenció ayer la audiencia por el juicio a los represores que actuaron en La Escuelita.
Tardó nada en cautivar al público. Hizo la mención de De Nevares, agradeció a sus amigos de Neuquén y mencionó al presidente de Paraguay Fernando Lugo "a quien me une una amistad desde hace 30 años". Es que hace poco tiempo estuvo con él en Asunción de Paraguay: "es un teólogo de la liberación", recordó y se esperanzó con esa gestión.
Boff estará en la región hasta hoy y vino a nuestro país en el marco de la conmemoración de los 60 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y los 25 años de Democracia en la Argentina.
Habló de los problemas urgentes del planeta y mencionó su compromiso y su trabajo en la elaboración de la denominada Carta a la Tierra, un documento ecológico elaborado en 2001 que dos años después fue tomado como propio por la Unesco. "Estamos trabajando para que sea incorporado por Naciones Unidas", explicó y dio paso a la proyección de un video que sintetiza el documento. Fue allí que empezaron los problemas pues durante casi 15 minutos trabajó un técnico para poder hacer la proyección. La gente lo tomó con humor y luego siguió con suma atención el documental. Al contenido, Boff sumó la inmensa calma que transmiten sus palabras, en un portugués no tan claro como cálido.