SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La Corte Suprema de Justicia consideró procedente el recurso presentado por los abogados Gustavo Butrón y Rodolfo Rodrigo contra la nulidad que decretó el Superior Tribunal de Justicia en la causa donde se investigó la muerte del empresario retirado Fernando Marti Reta.
El fallo significa que quedan confirmadas las absoluciones de los tres imputados, tal como lo había determinado originalmente la Cámara Segunda del Crimen, y trunca las aspiraciones de los familiares de la víctima, aunque todavía no se dieron a conocer los fundamentos.
El hecho que motivó el análisis del más Alto Tribunal lo investigó durante la instrucción la jueza Silvia Baquero Lazcano, y ocurrió el 9 de noviembre de 2002 en la vivienda de la víctima, durante las primeras horas de la mañana.
La mujer que asistía a Marti Reta, de 88 años, pero en condiciones para vivir sólo, llegó a las 10 al domicilio de Diagonal Capraro y Vicealmirante O'Connor y encontró a su empleador en el suelo, golpeado y semiinconsciente, con traumatismos en la cara y en el cráneo. Luego de solicitar auxilio observó que los intrusos habían provocado un gran desorden en las dependencias, y que la billetera de la víctima estaba en el suelo, junto a él, pero sin dinero.
El damnificado fue asistido casi de inmediato, pero nunca pudo prestar declaración, porque sufrió un fuerte golpe en la mandíbula que le impedía expresarse con claridad, y otros que se agravaron con las horas y lo mantuvieron inconsciente hasta el día de su muerte.
Tras el juicio los jueces César Lanfranchi, Miguel Ángel Lara y Héctor Leguizamón Pondal absolvieron a los tres imputados, Renzo Mongiardini, Laura Russo y José Ruiz, acusados de participar con diversos grados de responsabilidad en el hecho que segó la vida del empresario, y tampoco atendieron al recurso de casación presentado por el abogado de la querella. Semanas después el Superior Tribunal de Justicia resolvió abrir la queja planteada por Beatriz Marti Reta en su carácter de querellante, contra esa denegatoria.
Los agravios de la querella se basaron, entre otras cosas, en que los imputados fueron liberados sin deliberación entre los miembros del Tribunal en la audiencia en la que las partes hicieron sus alegatos, y en la subestimación de las múltiples probanzas que a su juicio permitían dar crédito a la primera declaración de Walter Aguerre (el homicida de Cristian Gsell en a Estancia San Ramón, condenado a 25 años) que incriminó a los tres im
putados.
Luego de analizar los abultados expedientes y las constancias de la causa, el STJ anuló la sentencia que absolvió a los tres imputados y ordenó la sustanciación de un nuevo juicio, pero el debate no llegó a concretarse, porque los abogados Gustavo Butrón y Rodolfo Rodrigo apelaron el fallo ante la Corte.