PEKÍN (Télam, enviado especial) - Las Leonas definirán hoy (a partir de las 7) con Alemania la medalla de bronce del torneo de hockey sobre césped femenino de los Juegos Olímpicos, en un partido que pese al dolor de no pelear por el oro será la continuidad de un ciclo brillante, que se inició en Sydney 2000.
Luego del partido que jugarán las chicas argentinas ante Alemania llegará el turno de la lucha por la medalla de oro, en la final que disputarán Holanda, el gran candidato, y China.
No hay dudas de que las chicas de Gabriel Minadeo llegaron a Pekín con la ilusión de ganar la medalla de oro, pero sabían que tendrían un es
collo muy complicado en el equipo "Naranja", rival al que esperaban en la final.
Los dos sorpresivos empates ante Estados Unidos y Gran Bretaña, en el arranque de la fase de grupos, les terminó complicando la historia, porque Las Leonas se clasificaron segundas y no primeras, como esperaban. Por eso tuvieron que enfrentarse con las holandesas antes de tiempo.
En la intimidad, todas las chicas seguramente sabían que el partido del pasado miércoles ante Holanda sería
más que complicado, por eso querían tenerlas frente a frente recién en una final, donde a veces los nervios y las tensiones puede ser factor determinante y allí, gracias a su temperamento, Las Leonas podrían haber sacado ventajas.
La cuestión es que ese mal comienzo, después corregido con tres victorias consecutivas (entre ellas una por goleada ante el rival de hoy, las alemanas), revitalizaron a las argentinas, que pese a saber que tenían enfrente a Holanda encararon el partido con mucha confianza.
Pero no se les dio. El dolor de lo sucedido continuó ayer, con las chicas manteniendo un perfil muy bajo, pero sabiendo que tendrán desquite y la posibilidad de colgarse una medalla olímpica, lo cual no es para nada poco.
En Atenas 2004 les sucedió lo mismo a Las Leonas, cuyo dolor por haber perdido por penales ante Holanda, en la misma instancia, duró hasta minutos antes de conseguir la presea de bronce.
Estas Leonas y aquellas que ahora miran desde afuera son de oro, porque valen oro, por más que hoy todos anuncien que otra vez, como en los Juegos de Atenas, se vuelven a Argentina con la medalla de bronce.
