NEUQUÉN (ACE).- Antes del juicio que comenzará el miércoles, los militares acusados de las torturas y desapariciones forzadas en "La Escuelita" nunca aceptaron la existencia de ese lugar como un centro clandestino y tras las probanzas logradas en varios hechos, los imputados sostuvieron que el edificio existió, pero que nunca hubo detenidos ni torturados allí.

De los acusados en este tramo, los que hicieron uso de su derecho a declarar durante la indagatoria plantearon que el lugar era un "sitio de descanso" para las tropas que venían de otros destinos, o un lugar que eventualmente podría ser utilizado como "centro de comando alternativo" ante una posible guerra con Chile en 1977.

Los argumentos fueron rechazados por el juez instructor, Guillermo Labate, quien en los procesamientos se quejó de que las explicaciones dadas por los procesados "ofende a la inteligencia de cualquier ciudadano".

Entre los militares que comparecerán ante los jueces, hay varios que tienen "cursos de IPG", es decir, los especialistas de inteligencia del Ejército para "interrogar prisioneros de guerra".