NEUQUÉN (AN).- La Pucci se reconoce a sí misma como una artista autoexigente, de bajo perfil, militante, áspera, y una mujer "colgada" que patea la ciudad caminando "como chino".
- ¿Sos hiperquinética? - le pregunto.
- Si, si... siempre a contrarreloj- responde.
Porque además de componer y buscar los acordes apropiados en la guitarra, el cuatro venezolano y el pandeiro (instrumentos que la acompañan siempre), esta geminiana nacida un 15 de junio de 1982, forma parte de la agrupación de mujeres Juana Azurduy. Así reparte su tiempo entre los talleres de violencia familiar que la organización da en la cárcel de mujeres y los barrios, mini recitales entre guardapolvos o presentaciones en festivales. Hoy, por ejemplo, cerrará con otras artistas el XXIII Encuentro Nacional de Mujeres en el Ruca Che.
Infatigable oyente de discos, la cantautora advierte que entre sus influencias hay una interesante variedad de bandas (entre sus amores está Nirvana) y talentosos cantautores brasileños como Adriana Calcanhotto, Marisa Monte, Renata Rosa y el hijo de Caetano, Moreno Veloso
Entre sus historias cuenta por qué a los 15 años fundó la banda de pop El Duende, cuando comenzó a incubar una marcada admiración por Madonna, la indiscutible reina del pop. "Yo quería ser la Madonna neuquina pero entendí que no se podía (risas) me di contra las bardas", remata Noelia con total realismo.
Después vino el rock metal y ácido con La Fisura del Chocón, tambores brasileños con El Batuque, hard rock y heavy metal con Punto Ar y Los Nuestros, música electrónica con Tus Amores. Ahora anda por la etapa solista (que le sienta muy bien) con muchas ganas de grabar sus últimas composiciones en un disco debut. Cuenta pendiente que es objeto demandado por sus seguidores en la página del programa radial Efecto Tábano (www.efectotabano.com.ar). Pasen, vean y escuchen.