NEUQUÉN (AN).- Desde hace algún tiempo las canciones de Noelia Pucci nos advierten de su talento. Su estatura no es directamente proporcional a sus virtudes compositivas y, por eso, es uno de los casos en que lo bueno viene en envase chico. Tiene veintiséis años, es soltera, está saliendo con alguien, vive sola y cuando canta destila una magia muy particular. Las canciones con sentimiento intimista, la militancia, una familia de músicos, una guitarra como regalo de cumpleaños número quince, su primera actuación a los once años, amigos músicos y productores adecuados, todo eso encaja justo con un espíritu inquieto decidido a vivir plenamente del arte.
Cuando nos encontramos, en un bar del corazón de Neuquén, con el bullicio de la máquina de café de fondo, la Pucci llega toda vestida de negro con el pelo suelto, caminando ligero andando como un torbellino.
-Hola, ¿llego tarde? -pregunta con los ojos grandes y gesto duro.
Para esta entrevista Noelia ya es una cantante y compositora conocida en la zona por su participación en distintas bandas (de variadas coloraturas: pop, rock, heavy, bossa), pero este año, luego de un silencio de seis meses, encaró un concierto solista íntimo y popular ("Lo de adentro y lo de afuera") que la encontró cerrando una gira provincial de tres meses en el Aula Magna de la universidad repleta de gente.
Con amigos y colegas músicos, la Pucci se impone en el escenario, sin duda, dentro de esa corriente de trovadores a los que vale la pena seguirle pisada. Se nota en las letras de la neuquina su preocupación por ciertos temas sociales que describen desde la represión policial hasta la violencia sobre las mujeres.
Hay en su música una visible influencia de su personalidad: ecléctica, inquieta, pesimista, curiosa, inconstante, libertaria, temperamental, independiente. Con voz expresiva, dulce pero potente, la cantautora recorre desde los sonidos más fuertes del rock pasando por la sensualidad del bossa brasilero hasta un pop usualmente alegre y pegadizo ("Vas a ver"), incluso versiones propias de canciones de la mexicana Lila Downs o Alfredo Zitarrosa. Con los temas de este uruguayo planea, de hecho, su próximo concierto homenaje. "Con Zitarrosa fue mi primer acercamiento al folclore", cuenta.
Lo interesante de la Pucci es que, pudiendo convencer con suaves melodías cerradas, se complace en romper los límites de la placidez con arriesgados momentos de experimentación que ponen al descubierto su incesante búsqueda. "Para mí la música es una herramienta. No creo que con el arte vayamos a cambiar la historia del mundo o de Neuquén, pero si creo que la cultura tiene que acompañar los procesos políticos que vayan sucediendo. Como artista también se puede hacer militancia", subraya.
En ese camino, atenta las alegrías y tristezas de su entorno y a los sentimientos propios, Noelia elige componer y hacer conciertos. Y algo todavía pendiente, grabar su primer CD que "saldrá seguramente el año próximo". Mira directo a los ojos mientras comenta los detalles de su masterplan: "Hay una posibilidad concreta de grabar. Hay un chico de Circo Beat interesado en venir acá y está bueno porque no tendría que viajar a Buenos Aires".
Es casi el mediodía y Noelia se prepara para tocar en una escuela neuquina, responde el celular dos veces, anota un día y horario en las páginas de una agenda rosada con dibujos de Kitty. Consciente del asombro de esta cronista lanza una acotación: "¡Cuando la saco todo el mundo se ríe!...". Y, sin ensancharse con la enumeración de logros que aparecen en la charla, cuenta que le fue muy bien en la gira, pero reconoce que tiene ganas de "hacer algo más jugado" como probar suerte en México para "ver qué pasa".
-Te traje algunas canciones -dice al final de la entrevista-. Son del último concierto.
La versión de "Dignificada" de Lila Downs, que cuenta con los hiphoperos de San Lorenzo City como invitados, está entre una de las mejores opciones que Noelia haya hecho. Se nota, estos chicos le estarán siempre muy agradecidos. Y nosotros a ella.
FLORENCIA LAZZALETTA
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