Con Emanuel Ginóbili como abanderado de la delegación argentina, el imponente estadio "Nido de pájaros" fue el escenario justo para una fiesta, la de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Beijing, que duró poco más de cuatro horas y resultó tan espectacular como cuidada.
Detrás de Manu, aparecieron Las Leonas, la yudoca Daniela Krukower, los nadadores José Meolans y Georgina Bardach, a la atleta Jennifer Dahlgreen, al saltador Germán Chiaraviglio, al tenista Agustín Calleri, los basquetbolistas Fabricio Oberto, Pablo Prigioni, Luis Scola y Andrés Nocioni.
Y, con la "bandera zonal", el viedmense Diego Rosatti, quien competirá en yudo y comparte equipo con Lorena Briceño. Miguel Correa y Javier Carriqueo son las otras esperanzas regionales.
Junto con España y Venezuela, Argentina fue una de las delegaciones más aplaudidas por los 91.000 aficionados.
Además de Ginóbili, otros tres abanderados latinoamericanos desfilaron al frente de sus compañeros como campeones olímpicos: Fernando González, Félix Sánchez y Robert Scheidt.
El tenista chileno Fernando González, quien fue elegido por votación popular en Chile, con mensajes de teléfono celular. El atleta Félix Sánchez le dio a la República Dominicana su único oro olímpico en Atenas 2004 en los 400 metros vallas; mientras que el brasileño Robert Scheidt fue oro en clase Láser en Atlanta en 1996 y en Atenas en 2004.
