La presidenta Cristina Fernández de Kirchner afirmó ayer que a pesar de los disturbios producidos en Bolivia "no peligra de ninguna manera" la provisión de gas de ese país hacia la Argentina al tiempo que admitió que la situación generada "afecta la estabilidad de la región".

La jefa del Estado habló ante la prensa apenas 72 horas después de su primera conferencia. El encuentro, al que sólo pudieron acceder los cronistas que cubren habitualmente su actividad en la Rosada, tuvo como tema exclusivo la cancelación del viaje presidencial a Bolivia.

Explicó que había suspendido el viaje que iba a realizar ayer a la localidad boliviana de Tarija junto a su par de Venezuela, Hugo Chávez, por los "episodios de violencia" producidos en el lugar y que provocaron dos muertos y varios heridos.

"El canciller (David) Choquehuanca se comunicó con nuestro canciller en nombre del presidente Evo Morales para agradecernos el gesto de viajar y a los efectos de que no se produjeran episodios de violencia o fuéramos objeto de situaciones provocadas", explicó.

Acompañada por el canciller Jorge Taiana, con quien había mantenido una extensa reunión previa, Cristina Fernández manifestó "nuestro apoyo mas enfático al respecto de las instituciones democráticas" en Bolivia y recordó la existencia en el ámbito del Mercosur, de la "cláusula democrática" que rechaza cualquier tipo de golpe de Estado. Adelantó en este sentido que había intentado comunicarse con Morales pero el mandatario boliviano estaba viajando en ese momento hacia La Paz por lo cual cuando se concrete esa conversación "seguramente podremos tener mayor conocimiento de la situación que se ha producido en Bolivia".