Cada año egresan de las escuelas argentinas de cocina unos 6.000 chefs, casi el doble que ingenieros y un número similar al de abogados. El sector gastronómico con 80.000 establecimientos emplea alrededor de 320.000 personas.
El auge del turismo internacional impulsó la industria gastronómica y posibilitó a los chefs cotejar sus creaciones con paladares de otras latitudes. De hecho, y como parte de este fenómeno, nuestra región participa de esta movida gourmet. Tanto es así que antenoche, en Roca, se inauguró otro sitio que acentúa el crecimiento de este sector: la chef Gabriela Martínez inauguró un servicio de restaurante que complementa su fábrica de cerveza artesanal "Tres caracoles", a minutos del centro de la ciudad, en la zona rural, a la vera de la ruta 22.
"Queda mucho por hacer pero hay entusiasmo en la gente joven por las novedades", dijo por su parte Ramiro Cassino, joven chef roquense que comanda su restó "Ojalá".
La prensa especializada, al respecto, señala que los cocineros locales trabajan, cada vez más, con variantes evolucionadas de recetas regionales y tradicionales para lograr un sello, una identidad propia. La idea de quienes encabezan este movimiento pro "cocina argentina" se fundamenta en la gran variedad de alimentos del país, aunque, la carne, según las consultas, resulta el producto insignia.
"Hay productos y mano de obra calificada para lograr una cocina argentina, pero todavía faltan la información y los recursos para imponerla en los grandes escenarios mundiales", opinó el chef del hotel Hilton de Buenos Aires, Leonardo Zaracho. Este cocinero ganó tiempo atrás el primer premio en el tercer torneo nacional de chef, que se realizó en el marco de Hotelga 2007, la feria hotelera más grande del país, con el leitmotiv: "Buscando el menú argentino".
Desde bien el sur patagónico se piensa que: "Realmente tenemos buenas comidas autóctonas y, sobre todo, en los últimos años veo que cada región del país se identifica cada vez más con sus productos. Algo tan simple como un buen ojo de bife o un cordero grillado es un buen plato de nivel internacional", según las palabras de Gastón Diez, chef del Imago Hotel Spa de El Calafate, Santa Cruz.
"Creo que es imposible cambiar algunos hábitos, porque el asado para nosotros no es sólo cocinar una carne a la parrilla, va más allá; parecería un rito, una terapia y una excusa para juntarse con los amigos o la familia", dijo Diez.
Parte de la evolución de la cocina argentina, en hoteles y en restaurantes, según comentan los cocineros, tiene que ver con el redescubrimiento de productos regionales. "Hay una vuelta a lo esencial", comentó a este diario Gabriela Martínez, de "Tres caracoles", de Roca.
Por su parte, María Florencia Ghirardelli, licenciada en Turismo y Hotelería, resalta que de la mano de la industria bodeguera ve ella el empuje de la presencia gastronómica en el Alto Valle, especialmente.
Con especialidad en agronegocios, también, la joven profesional se entusiasma con "el espacio aún inmenso que queda por seguir explorando, con catas, degustaciones, turismo rural y rutas del vino". Por ello es "que acabo de inaugurar mi espacio gastronómico en una chacra: es lo novedoso", insiste Gabriela Martínez.