La observación de bebés puede ser objetiva, es la que utiliza métodos de registro fílmico por ejemplo, y también subjetiva. Esta última se practica desde hace años en muchas instituciones de formación de psicoanalistas y consiste en que el observador del bebé registre no sólo los detalles de lo que hace el bebé -su modo de mamar, de dormir, de llorar- y la respuesta de la mamá o la persona que lo cuida, sino que también tome nota de lo que siente y piensa al observar.
Este método es subjetivo porque toma explícitamente en cuenta al observador, partiendo de la idea de que no hay forma de participar de un vínculo sin estar involucrado.
"El objetivo es que los psicoanalistas y personas que trabajan en el área de la salud, de la educación y de la prevención, desarrollen la aptitud mental de entrar en contacto con un bebé, activando las 'zonas bebés' de la propia mente que han quedado enterradas bajo las capas de adultez y de racionalidad, alejándonos de los momentos en que el desvalimiento prevalecía.
Es bueno cada tanto mirarnos en ese espejo para recordar los bebés que fuimos, y la lente a través de la cual veíamos el mundo", asegura la psicoanalista Claudia Borensztejn.
Precisamente, los días 22, y 23 de agosto tendrán lugar en Buenos Aires en las asociaciones psicoanalíticas argentinas APA y la Asociación Psicoanalítica de Buenos Aires, (APDEBA) el VIII Congreso Internacional de Observación de Lactantes, con la presencia de prestigiosas figuras de todo el mundo.