GENERAL GüEMES, Salta (Enviado especial, Claudio Rabinovitch).- "Es una paradoja que en una provincia como Neuquén una empresa quiera invertir 250 millones de dólares, pero no se puedan firmar los contratos de suministro de gas para viabilizar la inversión", se lamentó el presidente de Pampa Energía, Marcelo Mindlin.
El empresario participó ayer en Salta junto a la presidenta Cristina Kirchner de la puesta en marcha de la ampliación de la Central Térmica Güemes, que con una nueva turbina aportó 100 MW -a lo que se destinaron 80 millones de dólares- garantizando a los empresarios de Salta, Jujuy y Tucumán la provisión de energía eléctrica.
En el caso de Neuquén, Pampa Energía quiere adicionar una turbina a vapor de 185 MW que produciría un 50% más de generación de energía, con el mismo consumo de gas. Mindlin confió a "Río Negro" que estuvo reunido con el gobernador Jorge Sapag -a quien le explicó la situación- pero que aún no se pudieron obtener avances. "Están las máquinas compradas, contamos con el capital necesario y la tecnología, pero el cuello de botella es no poder conseguir el gas necesario para realizar la obra", señaló el empresario.
Mindlin subrayó que en Salta el gobierno entendió lo importante que es asegurar la provisión de gas mediante las regalías que recibe la provincia. "Hoy lamentablemente no es fácil conseguir contratos de largo plazo sin la colaboración del sector público", indicó el conductor de Pampa Energía quien destacó que ya hay avanzado un plan de expansión con la provincia de Chubut llamado Proyecto Ingentis que incrementará el parque energético en 458 MW. En este caso se firmó un acuerdo con la administración de Mario Das Neves que se comprometió a la compra de gas natural producto de regalías.
De todos modos, Mindlin se mostró confiado en que se hallará un entendimiento similar en el caso de Neuquén. "Hay que encontrar fórmulas inteligentes y creativas para que sector público y privado no bajen los brazos y encuentren una solución a los problemas".
Presentes y ausentes
Junto a la presidente estuvieron en el estrado el gobernador salteño, Juan Carlos Urtubey, Marcelo Mindlin y los ministros de Infraestructura Julio De Vido y del Interior Florencio Randazzo, así como el intendente de la localidad anfitriona.
Al acto fueron invitados también los gobernadores de Jujuy, de Tucumán y de Neuquén, pero solo asistió el primero, Walter Barrionuevo. La ausencia de Jorge Sapag, no pasó desapercibida teniendo en cuenta las inversiones que tiene el grupo en la cuenca neuquina.
La presidenta hizo hincapié en que se trató de la tercera visita a Salta, las tres durante el mandato del actual mandatario provincial, Juan Carlos Urtubey, en contraste con su antecesor Juan Carlos Romero a quien Néstor Kirchner nunca visitó.
Pero más allá de esta clara referencia política, la jefa de Estado mostró señales de querer abrir un capítulo menos confrontativo y en el plano económico destacó la importancia de la articulación del sector público (el Estado mantiene el 30 % de la propiedad de la central térmica Güemes, los privados el 60 % mientras los trabajadores resguardan el 10 % de la propiedad).