Sergio Massa asumió ayer como nuevo jefe de Gabinete, en un acto que contó con la presencia de su antecesor, Alberto Fernández, quien cosechó una marcada indiferencia de la presidenta Cristina Kirchner.
La Casa de Gobierno se colmó ayer de funcionarios e invitados que llegaron a totalizar mil personas, aunque hubo una ausencia tan importante como previsible: el vicepresidente Julio Cobos, factor desencadenante en la crisis del gobierno de Cristina -que originó el recambio en el gabinete- cuando votó contra el proyecto oficial de retenciones móviles en el Senado, una medida que torció el conflicto que el gobierno mantenía con el sector agrario a favor de los ruralistas.
Tras las palabras de la jefa del Estado, un risueño Massa dijo: "Sí, juro" y se abrazó con la mandataria.
En el gesto más esperado, Massa se dirigió entonces hacia Alberto Fernández, a quien abrazó efusivamente. Por su parte, la presidenta que hasta ese momento no había hecho ninguna señal hacia el jefe de Gabinete saliente, se acercó para darle la mano. Nada más que eso.
Según contó después, cuando ingresó al salón Blanco de la Casa Rosada, la presidenta lo miró y le dijo:
"Tenés 30 segundos para arrepentirte", confesó el nuevo jefe de los ministros, que además declaró: "Tengo que transformar en esfuerzo la confianza que me dio la presidenta", aseguró el funcionario.
Massa además destacó el trabajo que realizó durante cinco años Fernández al frente del Gabinete: "Alberto es un gran dirigente político y sé que en el día a día va a estar ayudándome".
En la jornada de asunción del intendente de Tigre, gran parte de la atención la volvió a captar Fernández, quien señaló por la mañana que su partida del gobierno se debió a que sintió "que no tenía sentido seguir en un lugar donde me costaba sostener lo que yo
pensaba. Creo que en este momento, sinceramente, no estoy ayudando. Es más lo que complico que lo que ayudo, y por eso la decisión".
La presencia de Fernández en el acto llamó la atención, ya que durante el miércoles fue más que claro el disgusto de la pareja presidencial por la partida anticipada del ahora ex jefe de Gabinete, en su búsqueda de provocar también la caída de sus enemigos en el gobierno, el ministro de Planificación, Julio de Vido, y el controvertido secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.
Con tan sólo 36 años, Massa se transformó en el jefe de ministros más joven que asumió desde que existe el cargo. Entre los presentes, que desbordaron el Salón Blanco, estuvieron su esposa, Malena Galmarini, abrazada con su padre Fernando Galmarini, ex secretario de Deportes durante la presidencia de Carlos Menem. Estuvo ausente Moreno.
Anoche se supo que el flamante funcionario ratificaría en las próximas horas la continuidad de varias de las secretarías que se constituyeron de la mano del saliente Fernández. Continuarían en sus cargos el secretario de la Gestión Pública de la Nación, Juan Manuel Abal Medina; la secretaría de Ambiente y Desarrollo, Romina Picolotti y el secretario de Medios, Enrique Albistur. Estos funcionarios llegaron con Fernández. (DyN/Redacción Central)