NEUQUÉN (AN)- La fiscal Marisa Czajka confirmó anoche que el cadáver hallado cerca de El Chocón pertenece a Lucrecia Eugenia Lescano, la mujer de 30 años que desapareció el 27 de junio pasado en Neuquén capital. El cotejo de las huellas dactilares fue decisivo para certificar la identidad de la víctima.
Por otra parte, la funcionaria ratificó que Lucrecia murió desangrada producto de un corte en la arteria carótida (la ubicada en el cuello), aunque también sufrió una decena de heridas en otras partes del cuerpo. Y dijo que el crimen ocurrió hace 20 días, lo que coincide con la fecha de la desaparición. Su primera impresión fue que había sucedido apenas 72 horas antes del hallazgo pero estudios posteriores modificaron la apreciación.
Aunque los investigadores manejan un puñado de hipótesis que incluyen a varios sospechosos, hasta anoche no había detenidos. Una versión que no pudo ser confirmada indicaba que se habían realizado allanamientos.
Una parte de la investigación está concentrada en una actividad que desarrollaba la víctima por fuera de su trabajo como cajera en un supermercado. "Ni la familia estaba enterada", dijo una fuente del caso.
José, el padre de Lucrecia, dijo ayer en un breve contacto con la prensa que "estoy ansioso por saber quiénes fueron responsables de esto". La familia tiene, entre los principales sospechosos, a la ex pareja de Lucrecia. Una fuente vinculada al caso dijo ayer que "es un hombre violento, que demostró violencia con ella hasta los últimos días" que se la vio viva.
Ayer el cuerpo médico forense del Poder Judicial realizó la autopsia en el cuerpo de la víctima. Las primeras conclusiones permitieron establecer cuál pudo ser la mecánica del ataque.
Una de las fuentes consultadas por "Río Negro" indicó que "primero le pegaron un golpe en el rostro, cerca del ojo, que dejó una huella. Suponemos que cayó al suelo y ahí la atacaron con un cuchillo".
"Fue brutalmente asesinada", dijo a la prensa la fiscal Czajka. La autopsia lo corrobora: el cuerpo presenta al menos diez heridas de arma blanca en distintas partes; algunas de ellas serían en los brazos producto del intento de defenderse por parte de Lucrecia.
Pero la herida letal fue en el cuello, ya que seccionó la carótida y le provocó una abundante pérdida de sangre que le causó un shock hipovolémico. En general, heridas de esta naturaleza derivan en una muerte muy rápida.
Además, el asesino hizo un movimiento de degüello con el cuchillo, añadieron las fuentes.
Los investigadores están convencidos de que el crimen ocurrió en fecha muy cercana a la desaparición de la mujer, el 27 de junio pasado, en un lugar que todavía no pudieron determinar.
"Pero no fue donde apareció el cadáver, porque hubiesen quedado más restos de sangre", dijo ayer la fiscal.
Lo que parece probable es que el o los asesinos eligieron muy bien el lugar donde tiraron el cuerpo, porque aprovecharon la tierra suelta para ocultarlo (ver aparte).
La investigación está a cargo de la justicia de Cutral Co y del departamento Homicidios.