La Fiscalía pidió ayer la detención de Facundo Moyano, hijo del titular de la CGT, por la violenta protesta ocurrida el lunes pasado en la sede de Autopistas del Sol. Como es costumbre en el clan -integrado por papá Hugo, jefe de la CGT y Pablo, titular del gremio de Camioneros- la violencia la desencadenaron porque no les daban un aumento salarial.
Los Moyano son aliados estratégicos del matrimonio Kirchner, ya que le garantizan el control de la calle. Su poder radica en la fuerza de movilización y la capacidad de daño para bloquear rutas o cercar empresas.
Autopistas del Sol dijo que los agresores, nucleados en el sindicato Único de Trabajadores de Peajes y Afines (SUTPA), que lidera Facundo Moyano, "rompieron puertas, sillones, cuadros, mesas y sillas, y se robaron una cámara de seguridad".
"Es una campaña mediática, a mí nadie me citó. A los del campo no los persiguen como a mí. Ellos extorsionan, yo no", dijo ayer, a modo de defensa, Facundo Moyano.
"Se nos fue la mano pero no agredimos a nadie, tiramos unos huevazos y los compañeros saltaron arriba de un sillón que se rompió, pero nada más", relató el menor de los hijos del líder camionero.
El hijo del Secretario de la CGT acusó a Autopistas del Sol de no cumplir con lo que se había comprometido en el contrato que firmó en 2001 tanto para los usuarios porque deben liberar las barreras después de los dos minutos y de los quince autos en la fila de espera como con los empleados a quienes no le pagan lo que corresponde.
Según el abogado de Moyano, el juez aún no hizo lugar al pedido del fiscal.
